Oriol Junqueras, un hombre de Estado (español)

Oriol Junqueras es un personaje digno de estudio. Ahora es demasiado temprano para hacer este estudio, porque todavía tienen que pasar muchas cosas en Cataluña relacionadas con el proceso de liberación nacional y las veremos de todos colores. Pero lo harán los historiadores en el futuro. Políticos que responden a lo que popularmente se conoce como ‘cambio de chaqueta’, siempre ha habido y siempre habrá. Es inevitable porque tiene que ver con los intereses, ambiciones y prioridades que uno tiene en la vida. En el caso de Junqueras encontramos al individuo que se cambia de chaqueta sin tener que cambiar de partido, y es que el partido también ha cambiado de chaqueta. Pero no nos desviemos.

Oriol Junqueras, el hombre que va por el mundo comparándose con Sócrates y proclamándose “muy buena persona”, es el mismo hombre que se dedica a vituperar vilmente al president Puigdemont y al resto de miembros del Govern en el exilio con declaraciones como ésta del 18 de diciembre de 2017 en RAC1: “Yo estoy aquí porque no me escondo de lo que hago”, o como ésta del 29 de enero de 2019 en el diario francés ‘Le Figaro’: “Yo me quedé en Cataluña por sentido de responsabilidad frente a mis ciudadanos. Sócrates, Séneca o Cicerón tuvieron la posibilidad de huir (atención a la malignidad de la palabra ‘huir’), pero no lo hicieron”. Es el mismo discurso, punto por punto, palabra por palabra, letra por letra, que el del Estado español. Exactamente eo mismo. Y es que Oriol Junqueras es un hombre de Estado. El hombre del Estado español en Cataluña.

Antes de continuar, una pregunta: Lluís Companys y Josep Tarradellas, ¿de qué partido eran? Segunda cuestión: Cicerón, en buena lógica, no estaba dispuesto a entregarse a las garras de Marco Antonio y se iba al exilio, sí, sí, al exilio, no a la cárcel, pero lo cazaron por el camino y lo mataron. Sócrates y Séneca, por su parte, se suicidaron. Junqueras, que se considera su reencarnación, ¿tiene intención de hacer lo mismo, tal vez? No digo que deba hacerlo, le deseo una vida muy larga y feliz, pero entonces estas proclamas no son más que pura palabrería, una palabrería que acaba desacreditando al charlatán.

Tercera cuestión: el president Puigdemont está en el exilio precisamente porque no se esconde y porque es con la justicia internacional como pone en evidencia la justicia totalitaria española, la misma justicia a la que Junqueras se entregó voluntariamente buscando la imagen icónica del martirio cristiano. Luego vino el indulto –que lleva implícita la aceptación de culpabilidad del reo–, también vino la sumisión absoluta de ERC a Pedro Sánchez y acto seguido vino el compromiso de narcotizar el independentismo durante un buen número de años y de criminalizar la disidencia.

Oriol Junqueras, el hombre que se proclama abanderado del independentismo, es el mismo que en 2017, en las reuniones de Govern previas al Uno de Octubre no abría la boca a pesar de ser su vicepresidente.¡No abría la boca! El señor Junqueras es el hombre que el 18 de enero de 2019 no quiso recibir a Marcela Topor, esposa del president Puigdemont, cuando ella fue a visitarle a la cárcel de Lledoners; ¡él y los presos de ERC no querían ni que la dejaran entrar! El señor Junqueras es el mismo hombre que el 26 de septiembre de 2017, cuando los bancos, por orden del gobierno español, paralizaron las cuentas del govern de Catalunya, no quería salir en rueda de prensa a denunciar la medida. ¡El vicepresidente del govern catalán se negaba a criticar la medida del gobierno español! Y cuando finalmente salió, lo hizo a regañadientes empujado por la consejera Meritxell Borràs que le dijo: “Vicepresidente, ¡parece que te escondes!”. El señor Junqueras, en definitiva, es el hombre que en octubre de 2017 se convirtió en desaparecido de extranjis del Palau de la Generalitat justo antes de la primera reunión de la República, la más importante, y se escondió en casa. Todo el mundo buscaba al vicepresidente, el hombre que va por el mundo diciendo que no se esconde, y resulta que estaba escondido en casa. ¡En casa! Oriol Junqueras es el hombre que estos días, en nombre de su partido, nos pide el voto en el mismo tono que si nos diera una orden y nos dice: “¡Nosotros somos los independentistas de toda la vida!”. Las conclusiones las dejo para los lectores.

RACÓ CATALÀ