Carta a la Navarra vacía

Nuestros pueblos son hermosos, con gente o vacíos. Los vamos a llenar si nos echa una mano el gobierno. Lo demás lo ponemos nosotros: los parias, los artistas, los artesanos, los agricultores, ganaderos, los informáticos. Plantaremos almendros, olivos, verduras y frutales; pintaremos cuadros, haremos tapices y abarcas, haremos jabones de olores, esencias, vino, aceite, abalorios, cristal de colores, vídeo juegos, películas, poesías, dramas, teatro, coreografía, moda, vestidos, mochilas, y muchas cosas más, que atraerán a las gentes de todo el mundo y vendrán a comprarlas, a filmarlas, a cantarlas, a escenificarlas y a amarlas. La imaginación al poder. Nosotros ponemos todo lo que tenemos: alma, vida y corazón, conocimientos, ganas de sacar nuestro proyecto de vida, sea el que sea, del color y la orientación que sea. Un activo infinito. Necesitamos medios. El auzolán informático, el auzolán en general nos hará fuertes y arreglaremos y limpiaremos todo. Somos jóvenes. maduros, hombres y mujeres y lucharemos por nuestro futuro y el de los nuestros. Empezaremos abriendo una lista en sitio de internet, a ver quién está interesado y dispuesto a hacer real las utopías. Hay dos libros clave en la historia: Ideología y Utopía de Karl Mannhein y Capital e Ideología de Thomas Piketty. Nos vemos allí. Y todos los niños tendrán nociones de su tierra y su idioma: el euskera. Goazen poliki poliki.

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