El exceso de nitratos y otros fertilizantes que ha dado lugar al ecocidio del Mar Menor en Murcia se está produciendo en la zona Media de Navarra, más concretamente en los términos de Villafranca, Marcilla y Olite, con sus efectos directos en la Zona de Especial Conservación (ZEC) Tramos Bajos del Río Aragón.
Los nitratos son altamente cancerígenos y afectan gravemente a la salud, especialmente en lactantes. La principal fuente de exposición humana a nitratos es el consumo de verduras y hortalizas y, en menor medida, el agua de bebida y otros alimentos. Algunas especies vegetales acumulan nitratos en sus partes verdes. Por tanto, los cultivos de hoja como las lechugas y espinacas generalmente presentan mayores concentraciones de nitratos.
La causa de estos problemas, el vertido descontrolado de purines y digestatos producidos en la obtención de biogás. El principal sospechoso es la macrogranja de vacas que Valle de Odieta-HTN tiene en Caparroso, dando lugar a niveles de nitratos en aguas superficiales muy superiores a los máximos permitidos por la legislación. En los últimos diez años, las zonas vulnerables por contaminación de nitratos en Navarra se han multiplicado por cuatro, especialmente en la zona del Cidacos y río Aragón. En este último caso, desde la puesta en marcha de la macrogranja de Caparroso en el año 2010 se está produciendo un alarmante crecimiento de los niveles de nitratos, según datos recogidos por el propio Gobierno de Navarra. Con la ampliación concedida a la macrogranja a más del doble de cabezas de ganado es evidente que el problema se agravará.
Pero la gravedad de los vertidos se acentúa cuando vemos que, junto a los residuos ganaderos, HTN mezcla residuos orgánicos industriales en grandes cantidades. Tiene autorización para recibir 69.500 Tn al año, cuando la cantidad recibida en el 2019 fue de 96.017 Tn. De forma similar, la planta de biometanización de Biomendi, en Mendigorría, tiene autorización para tratar 27.700 Tn al año, cuando la cantidad recibida en 2019 fue de 50.444 Tn, la mayor parte de fuera de Navarra. Y por si no fuera suficiente, está en trámite una planta de biometanización en Cabanillas para tratar 35.000 Tn al año. No existe un control eficaz de las toneladas que las empresas ganaderas y productoras de biogás están recibiendo del exterior, o al menos se da una permisividad en la cantidad de residuos industriales orgánicos recibidos con respecto a la Autorización Ambiental Integrada concedida.
Los residuos industriales orgánicos, en teoría no peligrosos, que actualmente estamos importando de todo el Estado español, se tratan conjuntamente con los purines originados en nuestro territorio y, al no existir un control eficaz, existe el riesgo de que puedan importar lo que quieran en cantidad y en contenido, con el peligro de estar importando residuos industriales peligrosos camuflados. A la contaminación por vertidos al suelo producida por los miles de toneladas de residuos industriales que se importan, hay que sumar el peligro por el tránsito de cientos de camiones circulando hacia nuestra comunidad autónoma, y la contaminación a la atmósfera que generan esos camiones.
El suministro de agua potable a Marcilla, tanto de la población como de la agroindustria, se realiza desde el acuífero del río Aragón, presentando niveles de nitratos preocupantes. El Gobierno de Navarra, en respuesta a la última denuncia realizada por el Ayuntamiento de Marcilla de fecha 11/8/2021 por el vertido de purines, le contestó que: “…dada la incertidumbre de que los niveles de nitratos se reduzcan en breve plazo, ese Ayuntamiento hiciera uso de la opción de abastecimiento de agua de origen del embalse de Itoiz…”. Y finaliza la respuesta con el archivo de la denuncia.
Es decir, en lugar de iniciar un procedimiento sancionador y prevenir la contaminación de la zona, se opta por potenciar nuevos suministros de zonas alejadas, con el correspondiente coste ambiental y para el municipio y agroindustrias, que actualmente toman el agua directamente del acuífero. Es decir, el que contamina no paga y un recurso básico como es el agua deja de ser un derecho. El Gobierno de Navarra se ve incapaz de tomar medidas para regularizar la situación. La solución a la contaminación por nitratos no se soluciona con un nuevo suministro de agua desde Itoiz.
El mismo problema tiene Villafranca, cuyo suministro dejó de ser potable para su consumo y ha tenido que utilizar soluciones alternativas de forma eventual.
Cataluña, con un problema similar, tiene en vigor una moratoria para la instalación de nuevas granjas de ganadería intensiva. Sin embargo en Navarra se siguen autorizando nuevas granjas y centros de biometanización para residuos industriales orgánicos, por lo que, inevitablemente, los ya de por sí graves problemas seguirán aumentando.
Con el fin de proteger las aguas contra la contaminación producida por nitratos utilizados en agricultura, se aprobó la Directiva 91/676/CEE, del Consejo de Europa, de 12 de diciembre de 1991. En noviembre de 2018 se recibió un escrito de emplazamiento a España y a sus comunidades autónomas, requiriendo algunas mejoras en los Programas de Actuación aprobados. Para la Comunidad Foral en concreto, exigen incluir las excreciones de nitrógeno por cabeza de de ganado, definir más las características constructivas de los depósitos de estiércoles y purines, y regular el abonado sólido en parcelas en pendiente.
Con fecha 2 julio de 2020, la Comisión Europea emite dictamen motivado, previo a llevar a España al Tribunal de Justicia Europeo, por diversos incumplimientos de la Directiva de Nitratos en el que se incluye a Navarra, porque las disposiciones publicadas hasta la fecha no cumplen los citados puntos de la Directiva.
La macrogranja de Caparroso, de acuerdo a su nuevo Plan de Gestión de Estiércol, requiere una superficie de 8.034 hectáreas para vertido de purines y digestatos; superficie que se reparte entre 23 municipios navarros. La contaminación que estamos viendo en Marcilla, Villafranca y Olite tiene el riesgo de pasar al resto de los 23 municipios.
Tenemos que reducir las zonas vulnerables de contaminación por nitratos, y la admisión de más residuos industriales y autorización de granjas intensivas son incompatibles.
Ante esta caótica situación que estamos padeciendo desde hace años, y cuya gravedad está aumentando aceleradamente, hacemos un llamamiento al Gobierno de Navarra, a todos los partidos políticos, ayuntamientos, mancomunidades y a la sociedad en general, para que esta situación no se siga agravando.
Noticias de Navarra