Beirut ha sido abierto laboratorio de revoluciones , sobre todo para los palestinos, para países vecinos como Siria e Irak, pero nunca ha podido engendrar su propia revolución. El obstáculo es siempre el mismo, el sistema confesional de esta republica basado sobre dieciocho comunidades religiosas diferentes – musulmanas, cristianas – que si por un lado ha hecho del comunitarismo un estilo de vida, por otro fomentan identidades a veces ´´ asesinas´´, en acertada expresión del escritor Amin Malouf al entorpecer el espíritu colectivo nacional y hacer difícil el funcionamiento de un estado.
En el año 2005 tras el asesinato de Rafic el Hariri ,padre del actual primer ministro, quiso presumir de su Revolución del Cedro que fracaso al no conseguir la unidad de diversos grupos confesionales. Una de las causas de su larga guerra de 1975 a 1990 fue el sistema confesional vigente. Los proyectos que se hicieron tras su final ,impuesto por EEUU y Siria, la desconfesionalización gradual del Estado nunca se llevaron a cabo .En el actual Líbano por el contrario cada comunidad confesional se ha encastillado mas como si fuese un gueto. No será fácil que la cólera la frustración popular pueda desmantelar este sistema comunitario dominado por diversas elites que se imponen sobre cada una de sus poblaciones . Haría falta que en cada uno de estos ´´ pequeños estados¨se llevase a cabo su propia revolución.
A diferencia de otros países árabes que vivieron las primaveras árabes como Túnez, Libia, Egipto, el ejercito libanés no ha tenido una conducta golpista, no ha derrocado a ningún gobierno. Incluso durante la guerra civil el ejercito en tanto que institución no participo en los combates aunque se dividiese entre unidades cristianas y musulmanas. Lo que si ocurrió es que tres de sus comandantes jefes, Cheab, Lahud, y Aoun, fueron elegidos a la jefatura del Estado en diversas elecciones del parlamento. Es tanto el desprestigio de la clase dirigente, sea musulmana o cristiana, que algunos manifestantes de la plaza de los Mártires de Beirut, suspiraban por una intervención militar. Solo durante unas semanas en 1974 se formo un gobierno provisional de generales. Las vecinas republicas , en cambio, han vivido o viven bajo dictaduras militares.
Como en las ´´Primaveras árabes¨ se repiten los mismos lemas ,pidiendo la caída´del régimen, el final de la injusticia social ,de la corrupción ,se exige la dignidad de los pueblos, como en Túnez, El Cairo, Tripoli. Y es también . a través de redes sociales que se difunden mensajes, informaciones, videos, de esta revolución que llaman, en un juego de palabras y números ´´ La revolución 20´´. Pero son muchos sus jefes o ´´ zaim´´, y no existe por ahora una dirección central que encauce sus aspiraciones Su objetivo no es como fue en los meses del 2011 derribar una dictadura militar como la del tunecino Ben Ali, el libio Gadafi, el egipcio Mubarak. El sistema libanés es particular porque el poder no intereses confesionales. Algunas de las reivindicaciones son similares cuando reclaman la dignidad del pueblo, explotado por sistemas económicos y políticos fracasados. Desde hace años la sociedad civil libanesa ha demostrado su fuerza pero también su debilidad, y cuando presentaron sus listas electorales fracasaron rotundamente ante el poder establecido .
¿Cuanto tiempo soplara este amable aire otoñal de revolución en Beirut, festivo y casi sin violencia?.
La Vanguardia