Verus, el poderoso sacerdote vasco-romano, y la independencia de los vasco-aquitanos de los celto-galos

Hemos conocido a lo largo de nuestros artículos a vascos notables de la época romana como Quintiliano, que está considerado como uno de los dos retóricos más importantes del mundo antiguo y profesor de hijos de emperadores de Roma; y podemos destacar, también, a Prudencio, uno de los poetas más importantes del incipiente cristianismo del Imperio Romano. Ambos eran de la ciudad vascona de Kalagorri (traducida por algunos etimologistas como “alto descarnado”, “alto sin vegetación”), que fue llamada por los romanos Calagurris, la actual Calahorra (La Rioja). Sin embargo, al otro lado de los Pirineos, también hubo figuras vascas notables en la época romana como el sacerdote Verus que citaremos en este artículo.

Los aquitanos, que eran de habla vasca, se extendían por gran parte del sudoeste francés: al norte, desde Burdeos (sin incluirla, pues estaba ocupada por los invasores galos) hasta los Pirineos occidentales y, al este, hasta el Valle de Arán (“valle” en euskera), en Cataluña. Son los territorios que hoy en día conocemos como País Vasco Norte y Gascuña. El topónimo Gascuña proviene de Vasconia y parte de sus habitantes hablan actualmente gascón (palabra que proviene de vascón), una lengua latina que surgió de la romanización de gentes de habla vasca de la zona.

Los aquitanos se subdividían, a su vez, en nueve tribus, y estas, a su vez, en algunos casos, en más subtribus, que se aliaban entre ellas, sobre todo, por necesidades defensivas. Gran parte de estas tribus aquitanas se unieron en contra de los romanos hasta que, finalmente, fueron derrotadas en el 51 a.C. y sus territorios integrados dentro del Imperio Romano.

Hasparren es un municipio al este de la provincia histórica de Lapurdi (País Vasco Norte), que perteneció al territorio de los aquitanos, y fue cuna de un poderoso flamen (sacerdote del culto imperial romano) llamado Verus.

La iglesia de Hasparren fue un antiguo templo romano, que pasó a ser de culto cristiano. En el año 1665, mientras se realizaban labores de reparación en la iglesia del altar principal construido en la época romana, se encontró en este altar una estela conmemorativa con unas inscripciones:

 

Flamen, item, duumvir, questor, pagique magister,

Verus ad Augustum legato munere functus

Pro novem optinuit populis seiungere Gallos

Urbe redux Genio pagi hac dedicat aram.

 

Cuya traducción es la siguiente:

 

“El flamen (sacerdote del culto imperial),

dumviro (uno de los principales administradores locales),

questor (tesorero municipal) y administrador del “pagus” (país),

Verus, enviado en misión ante (el Emperador) Augusto,

ha obtenido para los nueve pueblos la separación de los galos.

Vuelto de Roma, dedica este altar al genio del país.”

 

Verus, que probablemente desempeñaba sus funciones administrativas en la ciudad de Aquae Tarbellicae, llamada actualmente en euskara Akize, en francés Dax y en gascón Dacs; gracias a su poder e influencia sobre el emperador Augusto, consiguió que los aquitanos se independizaran de los galos y conformaran una provincia romana separada de ellos, la provincia de la Novempopulania (“Nueve Pueblos”), nombre que aludía a las tribus que la integraban (tarbelos, auscos, biguerriones, cónvenos, consoranos, lactorates, elusates, vasates y boyos), lo que conllevaba beneficios para todos los aquitanos y vivir separados de los galos. Verus, para celebrar su gran victoria diplomática, ordenó construir este altar conmemorativo.

La división de la provincia romana de la “Galia Aquitana” en dos, conllevaría a que, finalmente, se subdividiese en tres provincias: la Aquitania Prima y Aquitania Secunda ocupada por galos y la Novempopulania o Aquitania Tertia, habitada mayoritariamente por aquitanos. El hecho de que a las otras provincias se les siguiera llamando Aquitania puede indicar los territorios que tenían los aquitanos antes de la llegada de los celtas galos. Sin embargo, solamente se ha podido demostrar que esté presente un sustrato lingüístico vasco en los antiguos territorios de la Novempopulania, con lo que, en principio, tanto la Aquitania Prima como Secunda no debieron estar habitadas por gentes de habla vasca, o su asimilación cultural tras la llegada de los celtas galos fue tan notable, que hizo desaparecer la presencia pasada del euskara.

La capital de la provincia romana de la Novempopulania fue Elusa (la actual Éauze, en francés, o Eusa, en gascón), principal ciudad de la tribu de los elusates que dio nombre a la tribu y que, tras la caída del Imperio Romano, sería la primera capital de los vascos desde donde se gobernaron los territorios del Ducado de Vasconia que acabarán extendiéndose a ambos lados de los Pirineos, al norte desde Burdeos y al sur, desde Cantabria, a través del Pirineo aragonés, hasta el Valle de Arán en Cataluña.

Como comprobaremos a continuación, la conexión histórica de la Novempopulania romana con los territorios de la Aquitania Prima y Aquitania Secunda no desaperecerá:

El Ducado de Vasconia nace en el año 602 d.C., tras la conquista franca de las tierras vasconas. Inicialmente extendido solamente en los territorios de la antigua provincia romana de la Novempopulania, acabará abarcando los territorios poblados por vascos a ambos lados de los Pirineos. Tras la invasión de las tribus germánicas (visigodos y francos), las tribus vascas desaparecen de las crónicas y se denominará a todos ellos con un mismo etnónimo, vascones, y a la tierra habitada por ellos, Vasconia. El establecimiento de este ducado gobernado por un dux de origen franco fue una forma de mantener sometidos a los vascones y facilitar su gobierno, el pago de tributos y dictar ley entre ellos.

Dominios de Odón el Grande, conocido también con el nombre de Eudes el Grande. Haga clic en la imagen para ampliar el mapa

Sin embargo, ante las continuas rebeliones de los vascones en contra de los francos, que son reprendidas por estos últimos con firmeza a través de sucesivas campañas de castigo, en el 660, Félix, pasa a ser duque de Vasconia y duque de Aquitania, y comienza a gobernar ambos territorios al margen de los francos. Aquitania comprende en esta época los territorios de la antigua Aquitania Prima y Aquitania Secunda, además de territorios de la Narbonense, como la ciudad de Toulouse, de la que procedía Félix. Según las crónicas, las huestes de este ducado vasco-aquitano, independiente del Reino de los Francos, estaban integradas exclusivamente por tropas vasconas.

Tras el fallecimiento del duque Félix, le sigue en el gobierno de Vasconia y Aquitania un duque de origen vascón, Lupo I (latinización del nombre vasco Otsoa), y, posteriormente, el que pudo ser su hijo, Odon el Grande.

En la batalla de Poitiers, también conocida como batalla de Tours, del 10 de octubre de 732, los vasco-aquitanos y los francos olvidan sus guerras pasadas y unen sus fuerzas en contra del enemigo común, los invasores musulmanes.

En esta batalla, las tropas vasconas comandadas por Odón el Grande, y las tropas francas comandadas por Carlos Martel, se enfrentan a Abdul Rahman Al Ghafiqí, que dirige las tropas musulmanas. Abdul Rahman Al Ghafiqí es derrotado y perece en el combate. Esta batalla tiene una gran importancia histórica, porque supuso el fin de la expansión musulmana hacia el norte de Europa, quedando gradualmente la zona de su dominio reducida a la península ibérica.

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