Un catalán en Frankfurt. Til Stegmann, catedrático de filología románica en Frankfurt, es desde los años 70 firme defensor de la lengua y la cultura catalanas. En 1988 publicó Cataluña vista por un alemán, pero le ha costado volver a escribir. 26 años de activismo catalanista más tarde, Pagès Editors le edita Embajador de Cataluña en Alemania, donde cuenta su vida hasta el 1994
Si tiene buena acogida, escribirá la segunda parte. “España no puede ser a la vez juez y parte en este litigio” “En el futuro los estados europeos deberán tomar posición, es como la separación de un matrimonio” “Es necesario que los catalanes vayan a votar el 9 de noviembre, lo importante es que no se dejen atemorizar porque eso es palabra clara”
“Los otros estados no tienen motivos para oponerse a una secesión, dependerá de la fuerza y convicción de Cataluña”
-Usted nació en Barcelona en 1941, pero cuando, con diez años, vuelve con sus padres en Alemania, no sabe ni que se habla catalán. ¿Como lo descubre allí?
Estudiando en la Universidad de Hamburgo, y decidiendo que con los conocimientos de español, francés y otras lenguas románicas debía ser fácil aprender catalán. Con un compañero que pensaba lo mismo nos prometimos que teníamos que recuperar la lengua que nos habían robado.
-Y de ahí, a ser todo un activista…
Compré una casa en Garrigàs en 1971, y empecé a hacer cosas: quizás la iniciativa de más eco público fueron las Semanas Catalanas de Berlín, en 1978, después fui invitado a Usted pregunta del Puyal … Hago pedagogía de que existe la lengua y la cultura catalana en el campo científico y universitario.
-¡Si incluso tiene la Cruz de Sant Jordi y el premio Ramon Llull!
Sí, me puse al servicio de la proyección exterior de Cataluña, y me he dedicado a hacer programas sobre cómo presentar mejor la cultura catalana a los alemanes.
-¿Y nota receptividad?
Sí, en el campo de la romanística, siempre, porque es plurilingüe. En la prensa y la opinión pública es más lento introducir la conciencia de que el catalán es diferente del español.
-¿Pero cree que ha funcionado?
Con las Semanas Catalanas, la palabra katalanisch empieza a ser normal, pero la diferenciación de spanisch tardó un poco más. Ahora, con las noticias sobre el deseo de independencia, en Alemania todo el mundo ya lo tiene claro.
-¿Se siente un precursor?
Ya en el libro de 1978 decía que los catalanes debían luchar por independizarse de España, y que eso tenía que empezar por quitarse de encima la autocensura de pensar y de hablar. Al final ha desaparecido, ¡pero ya está bien los años que han tardado!
-¿Era la evolución natural?
Sí, como la cohabitación con España funcionaba mal se extendió más el convencimiento de que el futuro de Cataluña debía ser por separado.
-¿Pero qué le dicen en Alemania?
Les cuento las razones por las que Cataluña quiere deshacerse del vínculo con España: que el catalán es una lengua subordinada al español, o que la riqueza creada en Cataluña no se reinvierte, sino que una parte demasiado grande es repartida por otras partes de España, a menudo en proyectos superfluos. Los argumentos son tan contundentes que quedan convencidos, comprenden el deseo.
-¿No se ve como un proceso egoísta?
No, porque explico que los catalanes estarán dispuestos a pagar a Bruselas para todas las partes de Europa que necesiten ayuda.
-Sin embargo, en Alemania el proceso no se vio muy bien. Empezando por Angela Merkel…
La posición del gobierno debe ser y es oficialista, no puede entrar en cosas que les supondrían muchas críticas de Madrid. Comprendo que la canciller Merkel no puede ser ahora una defensora de la causa catalana, sería como pedir peras al olmo. En el futuro, sin embargo, los estados europeos deberán tomar posición porque es un litigio de separación entre un matrimonio. Y España no puede ser a la vez juez y parte, tiene que haber un juez superior: Europa. El trabajo recaerá sobre los estados europeos.
-¿El gobierno catalán está haciendo buen trabajo en el exterior?
Sí, el gobierno, la ANC y otros hacen todo lo que pueden, y están consiguiendo un cierto éxito que desearía que aumentara. Ahora es necesario que los catalanes vayan a votar el 9 de noviembre, lo importante es que no se dejen atemorizar, porque eso es palabra clara ante los otros ciudadanos europeos.
-¿Cree que fuera se reconocerá la consulta si el TC la suspende?
Todo demócrata no tendrá más remedio que aceptarlo, porque el resultado de una votación es contundente y hay que aceptarlo. Quien tiene que decidir no es el extranjero: dependerá de la fuerza y la convicción con que Cataluña progrese en los próximos meses. Los otros estados no tienen ningún motivo para oponerse a una secesión.
-Hay quien dice que en el norte se vería bien un nuevo Estado potente en el sur para equilibrar Europa … Es un buen argumento que puede contrarrestar otros que querrían considerarlo como peligroso.
-¿Ve el modelo federal alemán aplicable a España?
En Alemania el Estado federal funciona bien, hay un respeto mutuo y nadie quiere salir del mismo. Si Hessen o Baden-Württemberg encuentran que pagan demasiado a la financiación solidaria, se quejan y se cambia. En España esto no sería posible, como ya demostró la negativa al pacto fiscal.
-Usted conoció el presidente Pujol. ¿Qué le parece su confesión actual de fraude fiscal?
Lo siento por Pujol y su familia, pero no creo que afecte al proceso, son cosas diferentes.