La izquierda abertzale festeja al opresor y, al mismo tiempo, rinde homenajes a la resistencia
Los de la izquierda abertzale son así. Todos los años acuden a Maya de Baztan para homenajear a los defensores de la última fortaleza que resistió a la ocupación castellana de Navarra hace casi quinientos años. Pero el lunes los representantes institucionales de Bildu acudieron a Loyola con motivo de la celebración del día de San Ignacio, santo local y fundador de la Compañía de Jesús.
Aunque es cierto que no entraron en misa, participaron al menos en la comitiva de autoridades que marcha desde el Ayuntamiento de Azpeitia hasta la puerta de la basílica. La cosa, en términos de coherencia política, no daría para más si no fuera porque Ignacio de Loyola fue uno de los capitanes al servicio de la corona de Castilla que participaron en la ocupación de Navarra y que resultó herido defendiendo Pamplona de las tropas francesas aliadas de los navarros que se levantaron para recuperar la independencia del reino. Ello hace que la izquierda abertzale aparezca festejando al opresor y, al mismo tiempo, haciendo homenajes a la resistencia. Eso sí que es estar repicando y en la procesión de Loyola.
De haber vivido en la actualidad, san Ignacio, en el mejor de los casos, hubiera sido tachado por la izquierda abertzale de colono y unionista, calificativos a los que se reduce la influencia de Irlanda del Norte en el mundo de Batasuna. Al conjunto de la izquierda abertzale le gusta acudir a la historia para justificar sus actuaciones políticas del presente …