“Ya no nos sirve un Concierto Económico, necesitamos un Estado para ser competitivos”
Se autodefinen como un “lobby” económico que pretende influir para propiciar un Estado catalán. Ramon Carner es el presidente del Cercle, una asociación joven que aumenta día a día su presencia en la sociedad y su ascendente sobre los partidos políticos de Catalunya
Ramon Carner está convencido de que un Estado propio evitará a Catalunya soportar el expolio fiscal al que le someten las arcas españolas.
Háganos una radiografía de los miembros del CCN.
Nuestra fuerza está en la pequeña y la mediana empresa, que compone el 80% del tejido empresarial catalán. Es este sector el que se ve más afectado por las políticas económicas del Estado, el que está soportando el expolio fiscal al que nos vemos sometidos. De todas formas no dejamos de sorprendernos que las peticiones para formar parte del CCN no han cesado, pese a las vacaciones. Actualmente tenemos empresas de 50-60 trabajadores, algunas llegan a 100 y una incluso tiene 1.000 trabajadores a su cargo.
Se les acusa de responder al tópico de los “catalanes peseteros”.
No se trata de responder a un tópico sino de ser coherentes como seres humanos y empresarios. Los catalanes somos gente de negocios, somos emprendedores. A finales del siglo XVIII y principios del XIX nosotros producíamos mucho y de todo, en consecuencia buscábamos un cliente cercano y que adquiriese mucha mercancía. España en ese momento no producía apenas nada, era el mercado perfecto. Las cosas han cambiado, ahora nos dirigimos al mundo, que es el mejor mercado en el que nosotros podemos competir. Pero para acceder a él necesitamos tener un Estado propio.
¿Está calando su mensaje entre la sociedad?
La labor actual del CCN es dar a conocer nuestros estudios y nuestros datos en forma de conferencia allí donde nos quieran escuchar, pero un buen termómetro de la acogida social son las cuñas radiofónicas. Invertimos 20.000 euros en anuncios de radio en las emisoras más importantes de Catalunya, invitando a los oyentes a conectarse a nuestra pagina web y en ella se les propone pagar una de las cuñas, para ayudar a difundir el mensaje. Esta propuesta está teniendo una gran acogida, de hecho ya no nos tenemos que preocupar por ello porque las cuñas ya se pagan solas.
¿Y entre los políticos?
En primer lugar hay que decir que nosotros no hemos buscado de manera activa el contacto directo. Han sido ellos los que a partir de los artículos que empezamos a publicar en los medios de comunicación catalanes se pusieron en contacto con nosotros. Nos llamó inmediatamente el consejero de Universidad, Innovación y Empresa, Josep Huguet, también nos llamó Jordi Pujol para que le explicáramos nuestros objetivos. Y así todos los demás exceptuando claro al PP, el PSC y Ciutadans con los que nunca hemos hablado de nada porque no somos de su interés.
¿Pero les apoyan?
En líneas generales sí. Todos miramos hacia el mismo horizonte y estamos de acuerdo en la dirección que tomar pero claro, cada uno barre para su casa. Esquerra Republicana, Reagrupament, Convergencia i Unió o Solidaritat Catalana, el partido del Joan Laporta, con todos ellos mantenemos una relación cordial y abierta.
¿Les proponen algo concreto a los partidos?
Sí, les pedimos que incluyan dentro de su programa la declaración de Estado, por la cual se comprometen a proclamar la independencia unilateralmente si hay suficientes escaños nacionalistas en el Parlament para llevarlo a cabo. Nosotros haremos campaña electoral solo para los partidos que acepten esta premisa.
¿Qué supuso para ustedes la sentencia del Tribunal Constitucional?
Para nosotros la sentencia ha llegado pronto. Esperábamos que llegara antes la independencia que la sentencia del Constitucional. En realidad, no nos afecta. Ellos hacen muy bien su trabajo que es proteger los intereses españoles. Está claro que si Catalunya se independiza, a ellos les tocará mucho más que el orgullo.
¿Y si ofrecieran a los catalanes un Concierto Económico como el de Euskadi?
Si nosotros lleváramos 20 años de Concierto Económico en Catalunya, no estaríamos en la situación en la que nos hallamos. Ahora eso ya no nos sirve, perderíamos muchos años negociando para conseguirlo. Sólo hay que recordar lo que le pasó al lehendakari Ibarretxe: el Gobierno español no hace concesiones. Además, sería demasiado tarde para que económicamente Catalunya se recuperara y volviera a ser competitiva. Queremos ser prácticos. Un Estado propio nos va a aportar mucho más: capacidad de decisión, de legislar, de invertir y sobre todo evitaremos el expolio fiscal al que nos someten las arcas españolas.
¿Se ha desacomplejado políticamente el empresariado catalán?
Los negocios no deben mezclarse con políticas. Nunca sabes de qué pie cojeará tu mejor cliente. Pero ahora ya no es una cuestión de esa índole, sino de la supervivencia de los negocios, de nuestra capacidad de ganarnos la vida, de mejorar. Lo que antes era un sueño de algunos pocos, una utopía, ahora es una necesidad de todos. Necesitamos ser independientes.
Publicado por Noticias de Gipuzkoa-k argitaratua
La “pela” independentista catalana
LA manifestación que se llevó a cabo en Barcelona el día 10 de julio de este año en protesta por la sentencia desfavorable sobre el Estatut de Catalunya que emitió el Tribunal Constitucional ha marcado un punto de inflexión importante. Las cifras de participación -1.100.000 personas, según
Las interpretaciones que recogieron los medios de comunicación catalanes también han llegado a un punto de conexión: los participantes en la multitudinaria marcha no responden exclusivamente al patrón de nacionalista catalán por ideología familiar, por raíces o por tradición. Se unieron a estos un sector de la población hasta ahora alejado de este tipo de reivindicaciones. Se trata de catalanes hijos y nietos de inmigrantes españoles que llegaron a las zonas industriales catalanas tras el éxodo de las zonas rurales del siglo pasado. La razón principal de este nuevo posicionamiento es, sin duda para los expertos, un sentir amplio y cada vez más generalizado de expolio fiscal que sufre la población catalana.
Con el objetivo de sacar a luz los datos reales fiscales y la situación en la que se encuentran las finanzas catalanas nació hace dos años el Cercle Català de Negocis (CCN), una agrupación de empresarios y autónomos que trabajan con la finalidad de convertirse en un grupo importante de presión que fuerce a los partidos políticos nacionalistas a dar el paso: proclamar el Estado catalán.
En sus dos años de trayectoria, el Círculo de Negocios Catalán se ha convertido en un lobby influyente en ambientes económicos y políticos. Mantiene potentes lazos naturales con el tejido empresarial catalán, especialmente con la pequeña y mediana empresa, aunque cada vez más también con compañías de gran volumen. En el ámbito de la política, su penetración y ascendente crece paulatinamente. Por su vocación independentista, su radio de acción se ve reducido a los partidos nacionalistas. Aunque carece de una adscripción política definida y rechaza vínculos directos con los partidos, los vasos comunicantes con CiU, Esquerra Republicana, Reagrupament o la recién nacida Solidaritat de Joan Laporta son incuestionables.
Esta última semana el presidente del CCN, Ramon Carner, ha tenido que salir a los medios para desmarcarse de las declaraciones de Laporta, que daba a entender que la asociación de empresarios estaba vinculada a su partido. Por su parte, Carner aseguraba e insistía que no forman parte ni quieren hacerlo de ningún partido.
En su carta de presentación se presume que el único objetivo de la agrupación es dar un empujón a la independencia de Catalunya, pero no se postula sobre ningún otro tipo de política social, cultural, tecnológica, etc. Esta asociación, que según su presidente, aglutina a más de tres cuartas partes del empresariado catalán, sigue creciendo con el paso de los meses de manera sostenida. Y es que la situación de crisis general que se vive y la constatación de que formar parte de un estado que cobra pero no revierte, está hundiendo la economía catalana y no permite que levante cabeza, está consiguiendo que los empresarios pierdan los pudores ideológicos y planteen abiertamente la necesidad de crear un Estado propio que permita que sean los propios catalanes los que gestionen todos sus recursos.
Déficit fiscal La propuesta del CCN es directa y no admite vacilaciones: Catalunya, para salir de la crisis y avanzar situándose en el nivel que le corresponde por el esfuerzo laboral y fiscal de sus ciudadanos, necesita la independencia.
Su arma principal es la difusión de forma didáctica de los datos que, según denuncian, el Gobierno español no revela, ya que las estadísticas del déficit fiscal de las comunidades autónomas no se hacen públicos desde 2005. Partiendo de esta última fecha y basándose en los documentos oficiales de
Desde el CCN se denuncia que con el expolio fiscal que sufre Catalunya se podría haber costeado la obra más cara de la historia del territorio, el Eix transversal ferroviario de ancho europeo y alta velocidad que va de Lleida a Girona, que costó unos 7.000 millones de euros, “en tan solo 117 días de expolio”.
Cuarto país en PIB El potencial no es lo que frena el progreso:
Según los estudios del CCN si Catalunya fuera un Estado ascendería en la lista hasta posicionarse en cuarto lugar.
Pero las comparaciones del caso catalán con países que tienen sistemas federalistas dejan en evidencia las cifras: mientras Alemania tiene un déficit del 4% del PIB, EEUU de un 2,5% o incluso Canadá de un 2%, en Catalunya el expolio fiscal alcanza el 10,2%. Según los datos que expone Carles Lledó en su libro Catalunya: Estado de la nación 2008, entre 1986 y 2006 la población de Catalunya representó una media del 16% de la población del Estado español, produjo el 20% de la riqueza y soportó el 24% del esfuerzo fiscal.
Publicado por Noticias de Gipuzkoa-k argitaratua