Cicerón y el capitalismo de rapiña

Es reconfortante tener lectores cultivados que se toman la molestia de enviarme referencias históricas para ilustrar situaciones de hoy. La cita que me llega es de Cicerón y la escribió hace 2064 años, en plena lucha política en Roma entre emperadores, cónsules, generales, traidores y aprovechados.

Decía Cicerón en el año 55 a. de C. que “el presupuesto tendrá que estar equilibrado, el tesoro tendrá que volver a estar lleno, la deuda pública tendrá que reducirse, la arrogancia de la burocracia tendrá que ser atemperada y controlada y la ayuda a las tierras extranjeras tendrá que eliminarse para que Roma no entre en la bancarrota. El pueblo debe otra vez aprender a trabajar en vez de vivir de la asistencia”.

Son otros tiempos y los paralelismos son improcedentes. Pero me quedo con dos ideas que pueden ser pertinentes: no se puede vivir permanentemente endeudado y hay que aprender a trabajar en vez de vivir de la asistencia pública. Decía el canciller Erhard, autor del llamado milagro alemán de los años sesenta, que ningún estado puede dar a los ciudadanos lo que previamente no ha podido recibir de ellos. La cultura del crédito y las hipotecas, de los fondos de inversión falsos, de jugar con el dinero de los demás sin producir nada útil, tendrá que volver a cambiar en la cultura del trabajo, del esfuerzo y del ahorro.

No soy economista y no pretendo dar recetas que tantas desgracias han propiciado. Es un hecho que los mercados financieros globalizados están fuera del control de los estados. La mayoría de los Hedge-Funds, fondos de alto riesgo, basura financiera, han sido creados por bancos de inversión que están al margen de los balances publicados y auditados y no están sometidos a ninguna inspección de ningún estado.

Son fondos apátridas que se han sustraído a toda influencia estatal instalando su sede legal en algún isla remota, soberana por supuesto, en el que no funcionan ni la inspección bancaria ni las autoridades fiscales. Pero, eso sí, operan alegremente con toda opacidad desde la City de Londres o desde Wall Street.

Este desbarajuste global es una causa principal de la crisis que azota a buena parte del mundo. Se mueve más dinero en divisas que no existen que en el intercambio de mercancías. Y los estados todavía no saben cómo meter en vereda a este monstruo de falsedad y mentira que ha enriquecido a los fundadores y altos ejecutivos de estos fondos basura.

Cicerón no entendería nada. Y los que observamos la catástrofe económica y financiera, tampoco. Cicerón se dio cuenta que era inútil señalar las trampas de los poderosos de su época. Huyó de Roma pero los enemigos de Marco Antonio le dieron caza y lo asesinaron. Le cortaron las manos y la cabeza, trofeos que fueron expuestos en el Foro después de que Fulvia, la esposa de Marco Antonio, le atravesara la lengua con un alfiler para el pelo. .

Más Cicerón y menos espabilados que ya han engañado y robado lo suficiente con el capitalismo de rapiña.

Publicado por La Vanguardia-k argitaratua