Ante la modificación del decreto de protección de Praileaitz

Creamos Praileaitzen Lagunak con ilusión, queríamos ser conciencia de la sociedad para dar a conocer el problema de Praileaitz y su conservación.

Tres años después vemos que hemos logrado mucho más, pero no hemos conseguido aún el final que deseamos como es proteger ese patrimonio cultural para la comunidad.

Hay dos posturas ante este contencioso: la de los que defendemos la conservación integral de la ladera de Praileaitz, que reúne al Ayuntamiento de Deba y el resto de los de la comarca del Bajo Deba, Ermua, Eibar, Elgoibar, Soraluze, Mallabia, Mendaro y Mutriku; a asociaciones como Praileaitzen Lagunak (sustentada por más de 1.200 profesionales de la cultura de Euskal Herria), Praileaitz SOS (que agrupa a más de 30 asociaciones de la comarca del Bajo Deba) y Mutriku Natur Taldea; a la Sociedad de Ciencias Aranzadi; a los ahora ya más de 400 firmantes desde el ámbito científico de todo el mundo (catedráticos, arqueólogos, investigadores); a sindicatos obreros como ELA o LAB, a partidos políticos, hasta ahora sin excepción; a 80 profesores y el decano de la Facultad de Bellas Artes de Leioa, a la Real Academia de la Historia, a Eusko Ikaskuntza, a Arkeolan, al Ararteko, a las miles de firmas recogidas, que sin pertenecer a ningún colectivo expresan también su apuesta por la conservación, y a la Diputación Foral de Gipuzkoa, como viene manifestándose en el mismo sentido, sin ambigüedad.

Todos con un criterio unánime, marcado desde el ámbito científico, que indica con precisión lo que hay que salvaguardar: el entorno del yacimiento y la ladera tantas veces descrita.

En la otra postura, defendiendo el decreto que aprobó el Gobierno Vasco en 2007, no hubo más que la anterior consejera de Cultura, Miren Azkarate, carente de criterio para delimitar qué es lo que se debe proteger.

Y ahora, curiosamente, y también sin ningún argumento, la actual consejera de Cultura, Blanca Urgell, con su director de Patrimonio, José Luis Iparragirre, y su viceconsejero Antonio Rivera, hacen suyos el cúmulo de despropósitos que abanderaba el anterior Ejecutivo. Isabel Celaá y Antonio Rivera no tienen reparo en cambiarse la ropa e ir juntos con los que no conservan el patrimonio histórico, con los que sólo ven la riqueza en el dinero material y nos demuestran de esta manera que todo lo que decían defender en las cuatro comisiones de Cultura y el Pleno del Parlamento Vasco era una pura mentira.

Su propuesta es ridícula. Es un insulto a la inteligencia y demuestra su desprecio por el patrimonio cultural. No han tenido en cuenta la opinión de ninguno de los arqueólogos con los que se han reunido, ni con los de su recién creado Consejo de Arqueología. Ahora queda a los agentes sociales, a las plataformas ciudadanas y a los grupos políticos y sindicatos, así como a Aranzadi y otras sociedades de índole parecida, mostrar su postura para volver a dejar claro a los actuales titulares del Gobierno Vasco que deben enmendar su propuesta de modificación para que no sea el esperpento que pretenden.

*Xabi Otero Coordinador de Praileaitzen Lagunak

 

Publicado por Noticias de Gipuzkoa-k argitaratua