Emoción catalana

En el mismo día en que Maialen Lujambio nos emocionaba a todos con la primera txapela femenina -el domingo 13 de diciembre-, en Catalunya también se desataron un montón de emociones. Quiero contaros lo que viví de esa jornada y en alguna precedente.

Ante todo, toca hablar de emociones. Por de pronto, nunca había visto tanta gente llorar. Gente mayor, gente joven, gente que nunca había votado, gente que siempre votaba. Comentan en todos los colegios electorales que nunca se había visto votar “convencida y contenta” a tanta gente. En un colegio mayor de Sant Cugat votó un joven de diecisiete años, venido de Estados Unidos, habiéndole costeado el viaje una petición de Facebook. Dice que en su barrio se van a pagar la campaña con lo que sobró.

Sin duda el gran éxito de esta jornada ha sido el protagonismo cobrado por la propia sociedad civil. Muchos ayuntamientos no colaboraron para nada y menos las instituciones supramunicipales. Tampoco se vio un solo anuncio en los grandes medios. Y sin embargo, fueron 200.000 catalanes a dar su apoyo a la independencia en una consulta no oficial. Se dice pronto. Tengamos en cuenta que Montenego, con el beneplácito de la UE, consiguió la independencia con sólo 230.000 votos y tan sólo un 47% de participación. Catalunya no está tan lejos se ese anhelo, pues, sobre todo si se logra erosionar la abstención. Por cierto que en la jornada me encontré con no poca gente que decía que tenían amigos y conocidos que no votarían “hasta que se pronuncie el Tribunal Constitucional”. Ese paso, pues, puede que traiga nuevos apoyos.

Habiendo dejado pasar varios días, habiendo leído y oido todo tipo de valoraciones sobre el 13D, solo cabe decir que lo que se ha vivido en Catalunya ha sido histórico. Marcará un antes y un después en la política catalana. Lo dicen incluso destacados exmiembros del Govern de Maragall, como Ferran Mascarell (PSC) que en un artículo ha dicho que los catalanes no van a parar hasta conseguir “un estado que los proteja”. Los servidores del estado actual (no el catalán que viene, mucho más democrático) han intentado desvirtuar la consulta diciendo que hubo “poca participación”. Se dice que un 30% de voto (sobre el censo) por la independencia (en Osona, sobrepasó el 42%) era poco. ¿Poco? ¿Por qué no nos dicen que los socialistas que detentan el poder en Catalunya lo hacen contando con un 15,21% del voto (sobre el censo)? ¡Es la mitad de lo que en 170 pueblos y ciudades ha dado el sí ahora! Conseguir estas cifras de participación con los escasos medios que se ha contado -pocos fondos, boicot informativo, nula participación de partidos, escasez de colegios electorales etc- es uno de los factores que más nerviosos ha puesto a PSC y PP. ¡Si en muchos pueblos han superado los apoyos al Estatut y a la Constitución europea!

El otro factor que ha significado el triunfo definitivo de la iniciativa es la ola mediática internacional que ha traído. Por primera vez desde 1926, Catalunya se ha convertido en el ojo del huracán. La noticia ha competido con el Nobel de Obama y el fiasco de Copenhaguen en las primeras páginas de los grandes periódicos del mundo. En la BBC los teleespectadores han podido ver en largos reportajes como se celebraba en plena UE un referéndum escrupulosamente democrático, con observadores internacionales que certificaron la transparencia y ejemplaridad de todo el proceso. Incluso se ha subrayado el hecho de que las consultas se abrieron a la inmigración con el ánimo de que fueran más democráticas y abiertas que las que celebra el propio Estado. En no pocos medios se ha insistido que el evento bien pudiera marcar el inicio del camino hacia la independencia catalana, la cual cosa no sé si habrá molestado a Carod Rovira y Mas, que consideraron poco oportuna la jornada. El lider de CDC incluso se pasó el día encerrado en su casa, lo cual chocó frontalmente con la alegría desbordante existente en la calle. Tambien se ha indicado que fuerzas como Reagrupament pudieran ser las grandes beneficiadas de la pasividad de ERC y CiU ante el envite.

Ni que decir tiene, mucha más suerte ha corrido el referéndum parcial de Catalunya en los medios mundiales que en los españoles. En Madrid se optó ciegamente, una vez más, por el pin-pan-pun moralista y catalanofóbico, desaprovechándo la magnífica oportunidad que se les brindaba para ponerse al día. Siempre habían dicho que el “separatismo” en Catalunya no existía. Pues bien, ahí está un 30% para que vean que sí. Y que vaya alegremente el minsitro Alonso diciendo que el 13D ha sido una “pantomima” porque el sentimiento de indignación y hartazgo que hay en Catalunya puede ir rápidamente en aumento. Lo cierto es que tanto los bertsos de Maialen como los votos “sí” de 200.000 catalanes, en un solo día, han hecho que las cosas ya nunca vuelvan a ser igual. Tanto la bertsolari como Catalunya han cumplido su primer sueño en el mismo día.

Publicado por Noticias de Gipuzkoa-k argitaratua