Estos días que se habla del Sitel democrático y del muro de Berlín de
Hoy sus informes, estimados en 33 millones de páginas y de acuerdo con una orden de publicación de archivos secretos impuesta por el gobierno de
Algo que en el estado español, que “chorrea democracia” por todas partes, no existe 74 años después de la implantación del terror y 34 años después de la muerte del dictador Francisco Franco. Y no existe porque los archivos han seguido estando bajo los mismos servidores de la dictadura. Y la policía, guardia civil, funcionarios del interior, gobernadores civiles, jueces…, el aparato represivo en general continuó desempeñando su cargo de dictadura. Es lo que se conoce con el nombre de transición o no poner en claro el pasado. O dicho de otro modo: impunidad. En palabra progre: ¡Hay que mirar al futuro! Claro, esto lo reclama así sobre todo quien tiene un pasado enmierdado y de pus.
Transición que les ha servido, como al falangista Martín Villa, para destruir su huella represiva y su compromiso de chivateo, espionaje y tortura y para que se desconozcan las manos causantes de semejante violación. De lo contrario y en un país de cierta decencia muchos de los jueces, escritores, funcionarios y políticos de la democracia a la española deberían haber sido condenados en tribunales con un mínimo poso de derecho humano. No en balde el gobierno español sigue, como en la dictadura, siendo denunciado como violador sistemático de los derechos de los detenidos: tanto en sus zulos y mazmorras como por su silencio frente a denuncias en sede judicial.
“El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero utiliza desde 2004 un software fabricado por Ericsson capaz de pinchar todos los teléfonos de España al mismo tiempo. El programa permite a
El sistema Integral de Interceptación de Comunicaciones Electrónicas (Sitel), elaborado por Ericsson para el Gobierno de Aznar durante el año 2000 se ha revelado como una suerte de fruto del paraíso para cualquier espía. Una tecnología que permite al Gobierno, nada más y nada menos, que pinchar todos los teléfonos de España al mismo. El software se implanta en las operadores de telecomunicaciones y de ahí se dirige la información a los centros de interceptación de las comunicaciones dependientes del Ministerio del Interior y del CSI que a su vez los distribuye a la red SITEL.
Práctica que viola su mismo entramado legal y del que son conscientes el fiscal general, el secretario general de seguridad y el PSOE, pero como todo viene a ser lo mismo o muy parecido nadie es llevado ante el tribunal por violar los derechos de las personas sino que, por el contrario, el Tribunal Constitucional en sentencia del 5 de febrero de 2008 se escabulle ante esta práctica de la que hace gala el viejo aparato de dictadura.
Sólo el PP ha levantado la voz y denunciado, y quizá esta vez los jueces le atiendan. Y ha denunciado cuando el instrumento malévolo y violador, ideado para los “malos”, ha sido empleado y aplicado por el PSOE también a los “buenos”, para demostrar la corrupción y malas prácticas que atesoran en su filas.
La RFA se movió porque se trataba del pasado de otro gobierno y otro régimen considerado enemigo, el de
¡Clama la desvergüenza con la que escritores españoles critican la colaboración de escritores alemanes con