No se dio una visión convincente en la conmemoración del quinto centenario del santo sobre la relación de Francisco de Xabier y Navarra. Más bien fue una información meliflua, sesgada y siempre huyendo de la realidad tan triste que le tocó vivir a Francisco de Xabier en su niñez. Varias biografías también pasan de su nacimiento en el castillo a su marcha a París, ignorando los años difíciles que permaneció en Navarra. Nació el 7 de abril de 1506. Su lengua natural fue el euskera. (Hablando de los indígenas de la Pesquería dice: “no me entendían por ser su lengua natural malavar como la mía es vizcaína”). Su infancia y adolescencia coincidieron con la invasión de Navarra por los castellanos y la represión posterior.
Su padre Juan de Jaso y Atondo, doctor por Florencia, perteneció al Real Consejo de Navarra y desempeñó el cargo de maestro de Finanzas del Reino. Murió en 1515 cuando Francisco tenía 9 años. Al ser destruido el castillo de Xabier, como todos los de Navarra, por el cardenal Cisneros, parece que Francisco fue con su madre María de Azpilicueta y Ardanaz, que era señora de Xabier y Azpilicueta, durante unos años al pueblo de Azpilicueta. Sus hermanos Juan y Miguel estuvieron junto a su rey Enrique II de Albert y defendieron Navarra hasta el final en Maya y Fuenterrabía.
Estos acontecimientos y otros muchos que sufrió Navarra en esa época los vivió Francisco intensamente hasta su marcha a París en 1525 con 19 años. En París coincidió con su adversario político Iñigo de Loyola, que había luchado contra Navarra y contra los hermanos de Francisco, pero pronto llegaron a entenderse. Quizá favoreció este encuentro el hablar la misma lengua, el vizcaíno, como se llamaba al euskera en aquel tiempo, por pertenecer ambos a Euskalerria, con ideas o costumbres similares, y por la fuerte personalidad atrayente de Iñigo, que seducía a todo el mundo a pesar de su cojera y de su porte físico no precisamente agraciado.
Francisco de Xabier escribió infinidad de cartas. Solamente dos, según mis notas, fueron a parar a Navarra, una para su hermano Juan en la que, por cierto, le pide dinero, y otra al famoso Martín de Azpilicueta y Jaureguizar, teólogo, jurisconsulto y economista, pariente suyo. (Cartas y Escritos de San Francisco Javier es una obra de la BAC de donde he recogido algunos datos). Murió su madre estando él en París.
Nunca más volvió a Navarra. No fueron, pues, muy agradables los años que pasó en su tierra con su familia.
Termino como he comenzado. En el quinto centenario, según mi parecer, se silenció algo tan importante como que la época que vivió en Navarra Francisco de Xabier fue la más triste, conflictiva y dura para el Reino. Francisco Xabier sufrió en su familia como todos los que en la época defendieron la identidad de Navarra. ¿Igual que ahora?