Entrevista con Ségolène Royal

“La identidad nacional necesita ser consolidada”

NACIMIENTO DAKAR (SENEGAL), 1953

ESTUDIOS CIENCIAS ECONÓMICAS Y DIPLOMADA POR LA ENA

Apuesta por los jóvenes y por la movilización popular. La candidata del Partido Socialista a las presidenciales francesas, Ségolène Royal, dio ayer esta entrevista al diario francés Libération cuando los sondeos le dan un empate en intención de voto con el candidato de la derecha, Nicolas Sarkozy, en la primera vuelta, a celebrar el 22 de abril. Royal asegura que su proyecto es socialista y que cuenta ahora con el apoyo que los elefantes de su partido le negaron cuando despuntaba como la favorita.

TRAYECTORIA POLÍTICA DIPUTADA DESDE 1988, PRESIDENTA DEL CONSEJO REGIONAL DE POITOU-CHARENTES DESDE EL 2004 Y TRES VECES MINISTRA: DE MEDIO AMBIENTE (1992-93), DE ENSEÑANZA (1997-2000) Y DE LA FAMILIA (2000-02)

–¿Por qué ha planteado el tema de la nación en este momento de la campaña?

–Este tema está presente por definición en una campaña presidencial. Si el candidato tiene por vocación y ambición encarnar a la República, y por lo tanto a la nación, es normal que quiera precisar su visión sobre este tema y sobre cómo debe encarnarse el vínculo nacional. El candidato de la derecha Nicolas Sarkozy ha dado la suya proponiendo un Ministerio de la Identidad Nacional y de la Inmigración. El candidato de la UDF François Bayrou se ríe de todo esto, y se equivoca. Está tan atrapado en su filón de “ni derecha ni izquierda” que ya no se sabe qué piensa de nada, y tampoco de la nación. Esto es coherente con sus posiciones, ya que no tiene programa y, por lo tanto, no dice nada. Para mí, está claro. Soy una europea convencida. Soy partidaria de una Francia abierta al mundo, internacionalista y generosa, y considero que la nación tiene otro nombre, que es el de la República. La nación, tal como yo la concibo, no pregunta a las personas de dónde provienen, sino hacia dónde quieren ir juntas. No está fundada en las raíces o las etnias, sino en una idea. Es una idea, y eso es lo que distingue mi concepción de la nación de lo que han hecho de ella nuestros adversarios.

–¿La afirmación de la nación es compatible con el internacionalismo de izquierdas?

–Evidentemente, la izquierda es internacionalista. Pero hay que dar tranquilidad sobre la identidad nacional, que necesita ser consolidada en un momento en el que los franceses se inquietan por la disolución de la nación en la altermundialización. La nación no es incompatible con la apertura.

–¿Qué importancia otorga al electorado popular, cuya fuga provocó la derrota de la izquierda en el 2002?

–La movilización de las clases populares es uno de los retos de estas elecciones. No por motivos partidistas, sino porque se han alejado del voto, y es esencial para la salud de nuestra democracia que recuperen la confianza en la política. La crisis democrática –y soy la única candidata que ha hecho un diagnóstico preciso– ha engendrado un distanciamiento del voto, el voto de la cólera, un sentimiento de no contar para nada, de repliegue en uno mismo. Estos sentimientos golpean a las clases populares, y ahora también a las clases medias. Es muy peligroso: puede haber una fuga hacia el individualismo, o bien un repliegue hacia los comunitarismos y el rechazo del otro.

–¿Qué opina de las regularizaciones de sin papeles?

–Cuando Sarkozy los convocó a todos en las prefecturas para hacerles creer que los regularizaría y acabaron fichados, engañó a la gente. Es responsable de una política que ha aumentado el número de extranjeros sin papeles y por tanto no expulsables. Ha creado zonas de no derecho. Ahora, 26.000 familiares de alumnos no están regularizados a pesar de las promesas y tampoco pueden ser llevados a la frontera. Es inhumano y escandaloso en un Estado de derecho. Yo quiero que el conjunto de estas situaciones se examine con criterios objetivos, y no de forma aleatoria o estadística, con la humanidad y el sentido de la responsabilidad necesarios.

–¿Cómo va a convencer a los jó- venes para que se comprometan?

–Los jóvenes son ciudadanos como los demás. Pienso que deben reflexionar sobre lo que pasará en los próximos cinco años y, sin duda, lo que pasará en toda un generación. Creo que el alcance de la crisis social, económica, ecológica y cultural es de tal magnitud que la elección está clara. Los próximos comicios deben permitirles elegir en qué Francia quieren vivir mañana. Los invito a inventar la Francia en la que viviremos. A batallar por el empleo, la mejora de su cualificación, el reconocimiento de Francia en la diversidad, en su mestizaje, contra todas las formas de discriminación. Y los llamo a participar en el reequilibrio entre los países del norte y del sur, porque han entendido que su futuro también depende de la reducción de las desigualdades.

–¿Cree usted que se puede ser elegido presidente de la República si no se puede ir a la banlieue?

–Es difícil encarnar la unidad de la nación si algunos espacios del territorio son inaccesibles. Pero esto forma parte de la cuestión de la responsabilidad política. La crisis de las banlieues fue muy mal tratada. Desde entonces no ha cambiado nada. Las cosas incluso se han degradado. Yo dije que las banlieues no eran un problema sino parte de la solución de los problemas de Francia, porque quiero movilizar a todos los talentos que ahora no tienen los medios para revelarse.

–¿Es partidaria de aumentar la flexibilidad laboral?

–Prefiero hablar de agilidad. Hasta ahora la flexibilidad la han tenido que soportar los asalariados, nunca los patronos. Si una empresa va mal pero el empresario sale bien parado, eso tiene un impacto sim- bólico terrible. La agilidad que quiero dar a las empresas tiene su contrapartida en nuevas seguridades para los asalariados: por ejemplo, la seguridad social profesional.

–¿Cómo piensa apoyar a las empresas?

–Quiero reorientar un buen número de cosas. Me he comprometido a que el impuesto de sociedades baje si se reinvierten los beneficios.

–¿Califica su proyecto de socialista?

–Lo es.

–Su campaña parece haber recuperado el aliento después que usted ha encontrado “su libertad” respecto del partido. ¿Cuantos menos elefantes mejor?

–Los responsables del PS tienen su papel en la campaña. Todos están en movimiento. El partido, en sus profundidades, está totalmente en orden de marcha.

–¿Usted trata de revolucionarlo?

–Yo soy la candidata y seré responsable de lo que pase. No haré recaer la responsabilidad en ninguna otra persona.

Publicado por Libération-k argitaratua