“Que los mayores enemigos que los navarros han tenido y tienen son navarros. El poder extraño, las influencias extrañas, que avasallan y descastan, rondaban nuestra casa; pero nosotros les abrimos siempre la puerta. El conde de Lerín parece ser el hombre representativo de Navarra. Navarros guiaron al Duque de Alba, navarros mutilaron los fueros, navarros los comprometieron en locas empresas, navarros consienten, a diario, el quebrantamiento de ellos, navarros abominan el vascuence y cuando no lo abominan lo desdeñan… Lamentable genio tuyo, ¡patria mía!”. Estas lúcidas y amargas reflexiones de Arturo Campión aparecen citadas por Juan Cruz Alli en el prólogo que realizó, cuando era presidente, para la edición que el Gobierno de Navarra hizo en 1995 del libro “La guerra de Navarra”, de Guilhem Anelier de Tolosa, escrito en el siglo XIII.
El cinismo y el funambulismo político que demuestra este ex presidente asombran a cualquiera. Resultó patético escuchar sus declaraciones en la radio lamentándose de la probable utilización política que el PP va a realizar de la manifestación convocada para este sábado en Pamplona. Él sabrá por qué la apoya y para qué. En la misma parece ser que el actual presidente distinguirá entre los buenos y los malos navarros. Campión los distinguía perfectamente.
Por otra parte, si los manifestantes siguen el estilo de la última manifestación del PP en Madrid, ésta del sábado en Pamplona va a parecer cualquiera de los desfiles que los lealistas del Ulster celebran cada año conmemorando la conquista de Irlanda por Guillermo de Orange y el dominio británico sobre la misma. En fin, que las conmemoraciones del 500 aniversario de 1512 están a la vuelta de la esquina y nos podemos ir preparando…
Estaría bien que el señor Alli, que tan eruditamente ha prologado libros históricos, fuera aclarando a sus compañeros de manifestación que Navarra, al sur de los pirineos, la única anexión que ha sufrido ha sido la de Castilla, con pérdida de la independencia y bien sangrienta, por cierto; y además que seguimos esperando a ser consultados directamente alguna vez para poder decidir nuestro futuro, posibilidad que hasta hoy nos ha sido hurtada permanentemente por nuestros teóricos “representantes”, de modo que siempre han decidido por nosotros.