Peajes, viñetas e impuestos

El nuevo ministro de Fomento, José Luis Ábalos, parece persona de palabra. Se había pronunciado en Andalucía y Valencia a favor de eliminar el peaje de la autopista AP-4 (Sevilla-Cádiz) y de la AP-7 Sur (Alicante-Salou), respectivamente. Ahora, ya ministro, confirma que estos peajes se extinguirán cuando se acaben las dos concesiones, a finales del 2019. Antes deberá suprimir el peaje de la autopista AP-1 (Burgos-Armiñón), donde la concesión caduca en 2018. En síntesis, el ministro ha anunciado la supresión del peaje en las autopistas cuando se termine la concesión… durante lo que queda de legislatura, suponiendo que el actual gobierno la agote, ciertamente. El ministro añadió que esto debería ser precedente para las concesiones que se acaben más adelante.

Parece claro que la medida sería más estructural, y más definitoria de modelo armónico, si las Cortes Generales aprobaran una ley que decretara la finalización del peaje para todas las concesiones en el futuro, una vez caduquen, en lugar de tomar decisiones singulares y puntuales. Cierto, una mayoría diferente en las Cortes tras las próximas elecciones podría cambiar esta ley. Pero disponer por ley la supresión de peajes al final de la concesión haría mucho más difícil cambiarlo. Si se trata de ir decidiendo a medida que llega cada caso concreto, ¿quién nos asegura que un eventual empeoramiento de la economía y las cuentas públicas a partir de 2020 (que no se puede descartar nada) no llevará a argumentos de “ahora no se puede” cuando llegue la finalización de las concesiones de la AP-7 Norte (Salou-La Jonquera, por simplificar) y la AP-2 (Zaragoza-Mediterráneo)? Sería un cuadro calcado del que llevó en 1990 a que la Mataró-Palafolls pasara de autopista libre a peaje, historia muy ilustrativa de cómo se han hecho las cosas de los peajes en España, pero que hoy no toca.

Porque, como el propio ministro ha sugerido, en el futuro (es decir, después de las próximas elecciones) habrá que decidir sobre recursos para las autopistas donde ahora se cobra peaje. No por motivos financieros, ya que están más que amortizadas, sobre todo las que discurren por el Mediterráneo. Pero sí el uso de carreteras genera necesidad de mantenimiento y reposición, y las que tienen característica de autopista (con peaje o sin) en mayor grado. Por lo tanto, si no hay peajes, deberán asignarse fondos de los presupuestos generales, o de algún sistema alternativo. En un país donde la política de infraestructuras se hiciera con la cabeza, y no con la calculadora electoral, esta cuestión quedaría resuelta antes de empezar a levantar los peajes, y se definiría un modelo general y aplicable a toda la red de calidad. Pero ni el PP lo hizo, ni lo hará el actual gobierno,

Yo soy partidario de mantener un sistema de peaje blando, limitado a cubrir gastos de mantenimiento y reposición (por lo tanto, muy, muy inferior a los niveles actuales), y generalizarlo a toda España. Mejor aún si se hace transfiriendo las autopistas a las regiones, y que cada una decida, como en EEUU. Y gestionar los peajes mediante sociedad pública. Este sistema tendría la ventaja de que los usuarios de las vías de mayor calidad se harían cargo de su mantenimiento y renovación, por lo que se garantizaría la equidad horizontal; además, dado que se pagaría en proporción directa al uso, no incentivaría innecesariamente la movilidad en vehículo privado, con los consiguientes beneficios medioambientales.

Dicho esto, si hay consenso en el objetivo -que paguen los usuarios de las vías de calidad-, no hay que ser dogmático con el instrumento. Desde el gobierno de Cataluña se ha sugerido utilizar el sistema de viñeta, que previo pago da derecho a utilizar la red viaria de calidad durante el tiempo para el que se ha instituido la viñeta. La viñeta tiene la ventaja de que puede ser más barata de gestionar que el peaje, pero tiene la desventaja de que, como se paga con independencia del uso, una vez abonada el incentivo es viajar siempre con el vehículo privado durante el periodo de la viñeta. Como toda tarifa plana, vaya.

Respecto a la viñeta, es pertinente una última precisión, dada la relativa confusión que hay sobre los detalles concretos en el debate que se ha hecho hasta ahora en Cataluña. Aunque a menudo se mencionan los casos de Alemania y Austria, realmente los más comparables en Europa serían Suiza y Eslovenia. Y en ninguno de estos países la viñeta es obligatoria para los vehículos que circulan por el país, sino que es obligatoria sólo para circular por vías de calidad. No conozco precedentes genéricos en la UE de ninguna viñeta vinculada de alguna manera a la propiedad del vehículo, que acabe siendo un instrumento recaudatorio para nuevas inversiones. De hecho, para captar recursos para nuevas inversiones, si no se quiere hacer con peajes de usuario, lo pertinente es hacerlo con el sistema general de impuestos,

ARA