Los cosacos y la República de Kuban

Rusia históricamente se ha formado como un estado multinacional y en la actualidad sigue siéndolo. La importancia del factor nacional en la guerra civil rusa ha sido largo tiempo ignorada o subestimada. El discurrir de la guerra se representó como una lucha entre bolcheviques y monárquicos, pero intervinieron decisivamente terceras fuerzas que participaron en ella, y que en el relato histórico han pasado inadvertidas, desatendidas, cuando no desdeñadas: se trata de los movimientos nacionales para la independencia de las regiones fronterizas del Imperio ruso. Los intentos de las autoridades soviéticas por armonizar y estabilizar las diferentes nacionalidades de la URSS con la creación del “homo soviético” fueron baldíos y acabaron en un clamoroso fracaso. El posterior colapso de la URSS, el despertar de las nacionalidades y la subsiguiente conformación democrática de éstas en la Federación de Rusia parecía una buena vía. Pero es un hecho evidente que, en la actualidad, las autoridades federales y regionales se muestran incapaces de garantizar un nivel de vida digno para todos los rusos, ante la pujanza de las mafias, el crimen organizado, la corrupción, la crisis económica…, que minan determinantemente las bases de la convivencia democrática y, por tanto, crean las condiciones para un nuevo despertar de las diversas naciones de la Federación rusa. Y aunque las elites políticas regionales de las diferentes repúblicas están estrechamente integradas en el poder vertical con el Kremlin, no sería de extrañar ver a corto plazo algunos repuntes nacionalistas. Insospechadamente, esto ha ocurrido en Kuban cuando en las vísperas de las recientes elecciones del pasado 18 de Marzo, los cosacos de Kuban a través del portal “Gloria del Kuban” piden a sus compatriotas rusos sabotear las elecciones presidenciales, así como dan su apoyo a la “República Popular de Kuban”, concluyendo solemnemente que solamente la independencia completa del Kremlin creará un estado democrático.

Kubán, región histórica que desde la Edad Media pertenecía a la Horda Nogai, geográficamente es una cuenca del sur de Rusia que rodea al río Kubán y sus afluentes, se encuentra entre el mar Negro, la estepa póntica, el delta del Volga y el Cáucaso. El krai (marca) de Krasnodar a menudo, oficial o extraoficialmente, se denomina Kuban aunque el término no sea exclusivo de aquél y se extienda a las repúblicas de Adigea, Karacháyevo-Cherkesia, y partes del krai de Stávropol. Por lo que en la actualidad, el área denominada “Kuban” cubre los siguientes sujetos de la Federación de Rusia: gran parte del territorio de Krasnodar, la República de Adygea, la República de Karacháyevo-Cherkesia, la parte occidental del territorio de Stavropol y una pequeña parte de la región (óblast) de Rostov de Don.

En el transcurso de los conflictos entre los imperios Ruso y Turco-otomano, Rusia en 1783 conquistó Crimea, la península de Tamán y las tierras de la orilla derecha del río Kubán, convirtiéndose éste en frontera del Imperio. Una colonización intensiva comenzó en 1792-1794, cuando los cosacos del Dniester, Dnieper y Don (unos 14 mil) fueron asentados en esta área para reforzar las fronteras del sur. Esta tierra entre el río Kuban y el mar de Azov fue transferida por decreto a los cosacos como un regalo de la zarina Catherine (Catalina II), por lo que el primer centro administrativo se llamó Ekaterinodar (hoy Krasnodar) que se convirtió en el centro del ejército cosaco de Kuban. Al final del siglo XVIII y comienzos del XIX, la margen izquierda del río Kubán fue incorporada completamente. Al mismo tiempo, los primeros asentamientos aparecieron en la costa del mar Negro y se intensificaron en toda la llanura del Kuban. ​ Durante la segunda mitad del siglo XIX, una vez colonizado todo el territorio, fue organizado administrativamente en el óblast de Kubán y el ókrug del Mar Negro (que más tarde se convirtió en el Gobierno del Mar Negro-Chernomore con capital en Novorossiysk). La inmigración de rusos étnicos fue principalmente facilitada por la limpieza étnica de los pueblos circasianos llevada a cabo por Rusia después de la conquista de Circasia a mediados del siglo XIX, inmigración que extendida a todo el territorio, y promovida por la política zarista, supuso una progresiva rusificación forzosa de la población.

Los cosacos de Kuban, debido al abolengo de sus progenitores del Mar Negro de lengua ucraniana, hablan el “balachka”, término que, si originalmente se aplicó a los dialectos del ucraniano hablado en la región alrededor del río Kuban, en la actualidad se ha ampliado para incluir los dialectos cosacos hablados en el Don, Terek , Ural e incluso más allá en la Rusia asiática. Los cosacos de Kuban tienen dos dialectos diferenciados, uno es el de los cosacos del Mar Negro hablado en la península de Taman, similar al literario de Ucrania. El otro es de los cosacos de las regiones montañosas del Cáucaso, donde debido a interacciones históricas con la población circasiana tienen diferente acento y vocabulario. El balachka, en la actualidad, no tiene un estatus oficial ni se usa como principal idioma de educación. En Rusia, oficialmente es considerado como un dialecto de la lengua rusa. En la vida cotidiana es utilizado en las zonas rurales y muy poco en las urbanas. En la práctica, el uso del balachka en la cultura consiste, ante todo, en la interpretación de canciones (de origen ucraniano) por grupos folclóricos, en particular el famoso Coro cosaco de Kuban. Al comenzar la década de 1990, ha habido una fuerte reactivación de la cultura cosaca, y al deseo entusiasta de revivir el balachka se une un potente movimiento a favor de su reconocimiento.

En el censo de 1897, un 47,3% de la población del Kuban declaraba que su lengua nativa era ucraniana, mientras que el 42,6% la manifestaba como rusa. Mucha producción cultural en el Kuban del período de 1890-1910, como cuentos, obras de teatro, etc., fueron escritos en ucraniano. Ya en 1870, el número total de escuelas en stanitsas rurales llegaba a 170, lo que comparado con el resto del Imperio Ruso, tenía una proporción de alfabetización muy alta de un 50% y cada año hasta 30 estudiantes de familias de cosacos eran enviados a estudiar a los establecimientos de enseñanza superior de Rusia. Pues bien, en vísperas de la Primera Guerra Mundial en la región de Kuban, había 1915 escuelas que en el año 1920 se convirtieron en 2200. Asimismo, en 1919-1920 se inauguraron en Ekaterinodar el Instituto Politécnico de Kuban y la Universidad del Estado de Kuban. Ekaterinodar se convirtió en una de las pequeñas capitales literarias de Rusia.

La Revolución de Febrero de 1917 en el Imperio ruso marcó la primera etapa de la Revolución rusa de octubre. Causó la abdicación del zar Nicolás II, puso fin a la monarquía rusa y llevó a la formación de un Gobierno provisional. Los cosacos en el Kuban no se sumaron a la causa de ese gobierno, y sí, en cambio, supuso el momento del despertar de su conciencia ucraniana. Del 30 de abril al 3 de mayo de 1917 (a la sazón Kerenski en el Gobierno Provisional de San Petersburgo) tuvo lugar en Ekaterinodar una reunión en la que se formó un Gobierno Cosaco, el Consejo Militar de Kuban, que activó de inmediato el establecimiento de relaciones con la Rada central ucraniana en Kiev. En noviembre de 1917 (derrocado Kerenski y los bolcheviques ya en el poder) el gobierno ucraniano reconoció oficialmente el derecho a la existencia independiente de los cosacos de Kuban. El 30 de diciembre, tuvo lugar un congreso de figuras públicas ucranianas y representantes de la población ucraniana del Kuban, en el que hablaron “sobre la conveniencia de la adhesión de Kuban a Ucrania”. El 16 de febrero de 1918 es proclamada la República Popular independiente de Kuban, proclamación que es apoyada por la Rada de Ucrania. Al mismo tiempo se declara el ucraniano lengua oficial de los cosacos de Kuban, y se adopta y aprueba una resolución sobre una federación de Kuban con Ucrania, federación que es aprobada hasta por los más entusiastas y fervorosos partidarios de la “una e indivisible Rusia”. Los bolcheviques y el ejército blanco de Denikin no reconocieron ni la independencia del Kuban ni su anexión a Ucrania, y le declararon la guerra a la Rada (aquí también se puede aplicar el proverbio de que “más vale roja que rota”). El 17 de marzo de 1920, el Ejército Rojo entró en Ekaterinodar. La República Popular de Kuban, su gobierno y la sede de los cosacos de Kuban fueron abolidos. Kuban junto con Chernomoria se convirtió en parte de la República Socialista Soviética de Rusia como región de Kuban-Mar Negro. Sin embargo, el movimiento rebelde masivo de cosacos continuó hasta 1922, y algunos destacamentos insurgentes funcionaron hasta 1925. A lo largo de los años 20 y 30, Kuban fue escenario de una represión a gran escala, lo que junto a la dekulakización, deportación y hambruna acompañantes determinaron y condicionaron un cuadro desolador . Se estima que en la década de los 20 el genocidio de cosacos en Rusia se cobró más de tres millones de vidas. Después de la victoria de los bolcheviques en la guerra civil, Kuban fue considerada una de las regiones más hostiles al nuevo poder comunista.

Lenin, inteligentemente, aplicó una política (la korenización-korenizatsiya) dirigida a superar el atraso económico y cultural de algunas regiones del Imperio ruso. Con su implementación pretendió asegurar la unificación política de los pueblos residentes en la URSS, conseguir una efectiva integración de la población con el estado soviético, asegurar la lealtad de las etnias minoritarias, y evitar los conflictos y resentimientos que había generado la rusificación forzosa practicada durante el gobierno de los zares. La “korenización” (nativización o indeginización) implicó la introducción de idiomas locales en la educación, prensa, publicaciones, cultura y, más importante, en el gobierno y en el Partido Comunista local. No sólo los dirigentes locales de las naciones titulares sino que también los líderes étnicamente rusos que trabajaran en los gobiernos locales fueron instados y obligados a aprender la cultura y lengua local, a tal punto que los idiomas locales fueron usados ​​en los asuntos oficiales.

Según el censo de 1926, había ya casi un millón de ucranianos registrados sólo en el okrug de Kuban (un 62% de la población). Debido a esta realidad nacional se abrieron cerca de 700 escuelas con el ucraniano como lengua de instrucción, y el Instituto Pedagógico del Kuban tenía su propio departamento de ucraniano. Numerosos diarios en lengua ucraniana como Txornomorets y Kubanskaya Zorya fueron publicados. El historiador Pawliczko afirmó que hubo un intento de hacer un referéndum sobre la unión del Kuban con la RSS de Ucrania. Pero a finales de 1932 la política de ucranización cesó repentinamente y el Kremlin impuso una fuerte campaña de rusificación. El inicio de la Gran Purga de Stalin en 1937 hizo sospechoso el incentivar las identidades nacionales, y se condenaron por “desviaciones nacionalistas” a líderes de minorías étnicas que rechazaban la colectivización en la URSS para proteger las tierras agrícolas de sus respectivos pueblos. Estos años ominosos tuvieron trágicas consecuencias en Kuban: en el censo de 1939 los rusos eran una mayoría de 2.754.027 (el 86% de la población). La Segunda Guerra Mundial hizo el resto. La política de Stalin se radicalizó, sospechó de la lealtad de diversas etnias, declaró que el pueblo ruso había sido el principal artífice de la victoria y, por lo tanto, merecedor de ser el pueblo rector de la URSS. Consecuentemente, la sacralización del grupo étnico ruso lo designaba como “primero entre iguales”, y a tal efecto dejó de tener sentido la “korenización”. A partir de entonces se aplicó sin complejos una política que llevó a la cuasi-total rusificación de los pueblos de la URSS. En Kuban esta rusificación persistente ha dado lugar a que, aunque su población aumentara de 2 a 5,5 millones, ahora los que se consideran ucranianos solo son 83 mil (menos del 2%).

Los sucesos del Euromaidán (2013) en Ucrania y la anexión de Crimea (marzo de 2014) por Rusia no pasaron inadvertidos en Kuban. Los canales de televisión rusos comenzaron a hablar sobre la necesidad de “federalizar” el estado ucraniano y de establecer un “status especial” de las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk. En mayo de 2014 los militantes pro-rusos proclamaron la independencia de estos territorios como República Confederal (Donetsk y Lugansk) de Novorossia. A finales de Julio se convocaron manifestaciones en Kuban bajo el slogan de “Marcha por la federalización de Kuban” “¿Por qué el gobierno ruso apoya la federalización de Ucrania, pero no la de su propio país?”. Las manifestaciones fueron prohibidas, y sus promotores castigados y encarcelados. El objetivo declarado de los federalistas de Kuban sigue siendo la creación de la República de Kuban dentro de la Federación Rusa, pero en el contexto de dicha aspiración se les achaca simpatías pro-ucranianas, lo que exige exponer unas consideraciones al respecto.

1-Con la perspectiva que da el tiempo ya transcurrido se puede inferir y deducir que lo sucedido en Kuban a principios de la década de 1990 (recién colapsada la URSS) fue un acontecimiento muy desafortunado. En aquel entonces la región no pudo conquistar “tanta soberanía como se pudiera tomar” (en expresión de Yeltsin) y la región (krai) no se convirtió en una República, lo que, de por sí, hubiera supuesto un “Tatarstán” transcaucásico homogeneizado y estabilizado.

2-La idea de la soberanía de Kuban está realmente impulsada por el sustrato ucraniano que forma parte del inconsciente colectivo, es decir, de la memoria histórica de la comunidad. “La República de Kuban” no es un sueño delirante de un puñado de personas marginadas, sino que la idea estatal de la región está presente y fuertemente arraigada en la población.

3-El estancamiento económico se intensificó después de la anexión de Crimea y ha condicionado determinantemente al territorio de Krasnodar porque se vio obligado a convertirse en donante de la península, sufragando las necesidades de esta con una parte importante de sus recursos.

4-Existe también un trasfondo social que abona el deseo de dar a su región un estatus especial. En Kuban no es un secreto para nadie que, desde las guerras de Chechenia, se observen con cautela la gran afluencia de migrantes del Cáucaso Norte. Al mismo tiempo, es fácilmente constatable la insatisfacción extrema de la población con las actividades delictivas de algunos representantes de las comunidades turcas, armenias, georgianas, griegas y azerbayanas, que desde mediados de los años noventa han transformado el krai de Krasnodar en feudos mafiosos difícilmente controlables. Por otra parte, el nivel de corrupción en Rusia, y en particular en Kuban, es atroz y de magnitud insondable. En el “Informe sobre la percepción de la corrupción en el territorio de Krasnodar en el año 2017”, publicado en el sitio web de la administración regional, se constata que el número de empresarios que al menos una vez ha pagado sobornos a los funcionarios, ha aumentado del 30% al 46%. El volumen anual del mercado de corrupción empresarial en el territorio de Krasnodar en 2017 se estima en 6,14 mil millones de rublos (en 2016 esta cifra fue de 4 mil millones de rublos). El nivel más alto de corrupción se da, en particular, en las actividades empresariales de la arquitectura y urbanismo, la salud pública, así como las compras de bienes y servicios para las necesidades del Estado. La población rusa en general cada vez está más sensibilizada con el tema de la corrupción. Los recientes acontecimientos ocurridos en el incendio de un centro comercial de la ciudad siberiana de Kemerovo, donde han muerto 64 personas (de ellas 51 niños) con 67 desaparecidos, han encendido todas las alarmas. Las manifestaciones de protesta e indignación señalan la corrupción como principal causa de la tragedia. Si esto es así, los sucesos de Kemerovo pueden ocurrir en Kuban….Por lo tanto, es incuestionable que la población de Kuban, con toda la lógica del mundo, plantee el desiderátum de conseguir el status de República, a fin de proteger a sus ciudadanos de enemigos externos e internos.

El 7 de noviembre del 2017 el así denominado “Comité de Liberación de Kuban” anunció el establecimiento y proclamación del Estado soberano de la República Popular de Kuban (KuNR) con la siguiente declaración de soberanía:

“Nosotros, cosacos libres de Kuban, que fuimos reasentados por Catalina II a fines del siglo XVIII, restauramos la justicia histórica y recuperamos nuestra posesión de la tierra que nos pertenece por derecho. El poder de la Federación Rusa, en manos del régimen totalitario de Putin, restringe y prohíbe los derechos constitucionales fundamentales (libertad de expresión, opinión, asociación, conciencia,…), situación que aboca al Estado a un colapso inevitable. La Federación de Rusia ha destruido las relaciones fraternales centenarias con los pueblos eslavos, pueblos que componen la Comunidad de Estados Independientes (CEI), incluida Ucrania, nuestra patria histórica. Se ha introducido una estricta censura en el país. Una imagen de “enemigo a abatir” se está forjando sobre el fraterno pueblo ucraniano. En Rusia, una dictadura pro-fascista nazi es establecida por los antiguos y actuales miembros de los servicios secretos con el apoyo del capital oligárquico, dinero que nos ha sido quitado. Las guerras que son financiadas por la élite del país derraman ahora la sangre de nuestros hijos en Moldavia, Ucrania, Siria; miles de ellos han muerto o permanecen discapacitados por lo ocurrido en Afganistán y Chechenia.

Los residentes del Territorio de Krasnodar, que aprecian el futuro de nuestra tierra y de las personas que viven en ella, así como la amistad y la cooperación con los países de la CEI, están categóricamente en contra de la cooperación con la dictadura de Putin y de ninguna manera reconocen sus decisiones anticonstitucionales.

El Comité de Liberación de Kuban está comprometido con medios exclusivamente pacíficos, basados en los principios de la ley internacional para constituir el proceso de creación de la República de Kuban (“KuNR”)

Las tareas estratégicas del Comité para la Liberación del Kuban son: 1-Superar y conseguir la independencia del régimen de Putin. 2- Configurar y constituir el “KuNR” como sujeto que determina independientemente las relaciones internacionales (con el establecimiento de relaciones de buena vecindad y equitativas con Ucrania, con las que el “KuNR” está vinculado por vínculos históricos, culturales y espirituales). Asimismo, se constituye como sujeto independiente para afrontar su situación económica, problemas de ciencia, educación, desarrollo cultural y espiritual, la situación ambiental… Lenguas oficiales: ruso, ucraniano, incentivación del balachka. La República garantiza la igualdad de derechos y libertades a todos los ciudadanos que residen en su territorio, independientemente de su nacionalidad, origen social, creencias políticas y religiosas”.

Esta Proclamación de Independencia concluye con: “Esta Declaración es válida desde el momento de su adopción (7-11-2017) y constituye la base para el desarrollo de la Constitución de la República Popular de Kuban, así como para la participación en la preparación y conclusión de tratados con otras repúblicas y estados “.

En vísperas de las elecciones presidenciales rusas del pasado 18 de Marzo de 2018, los cosacos de Kuban hacen un llamamiento a sus compatriotas a boicotearlas y expresan una vez más su apoyo a la autodeterminación de la región y a la creación de la República de Kuban.

Vladimir Putin ganó las elecciones presidenciales en Rusia. El Comité de Liberación de Kuban cuestionó la solvencia presidencial de Putin. El futuro de Kuban está abierto a la voluntad de sus ciudadanos.