Imponer la ignorancia

Miles de personas, algunas navarras con su bandera y otras españolas con la suya, se manifestaron en Pamplona contra el actual Gobierno de Navarra y sus políticas favorables a la promoción del uso del euskara. Nada que objetar por parte de quien estando en contra de la ley «mordaza» reconoce a sus promotores lo que ellos niegan para los demás.

Dicen que el actual Gobierno les va a obligar, a imponer, el conocimiento del euskara para trabajar, para vivir, en Navarra. Pues no. Nadie va a obligar a nadie a que utilice el euskara. Sería deseable, también, que nadie obligase a nadie  a utilizar el castellano en la Alta Navarra. Nadie debería de tener el privilegio de «forzar» a otro a la utilización de determinado idioma por desconocimiento de la lengua propia del país. No existe el derecho a la ignorancia.

Bai, zuek ere ulertu beharko zeniokete zuen herrikideei euskaraz egiten dizuetenean. No existe el «derecho a no saber euskara». Sí existe el derecho a saber y a utilizarlo. Eso es lo que las administraciones de cualquier democracia hacen cuando desarrollan políticas de «discriminación positiva» a favor de los más discriminados. Por ejemplo, cuando para subir los sueldos se discrimina en positivo el sueldo mínimo interprofesional a los que menos ganan.