¿Quousque tandem, Iruña-Veleia?

Lo expulsaron de su trabajo y lo acusaron en el juzgado de falsificación. Al cabo de 10 años –de momento– ni siquiera se vislumbra la fecha del juicio. Esos 10 largos años que lleva sin trabajo y con su honor mancillado públicamente son una tortura muy cruel. Esta es la vida a la que han condenado a Eliseo Gil. Una acusación que no se ha resuelto en 10 años no es una acusación, es una calumnia. Si no se ha celebrado todavía el juicio después de diez años, será que no tienen una sola prueba fehaciente ni de que se haya cometido una falsificación ni de quién sería el autor. Y lo cierto es que tienen 400 pruebas: las 400 piezas arqueológicas. Sería suficiente que el juzgado ordenase los análisis de unas muestras en 3 laboratorios internacionales solventes e imparciales. El propio acusado lo viene reclamando desde el principio. Pero nadie quiere, ni las instituciones políticas ni académicas ni culturales, ni judiciales; todas miran para otro lado… silbando. ¿Temen el resultado de los análisis? ¿Acaso saben algo…? Ante esta barbaridad, toda persona, tenga la opinión que tenga, que desee colaborar con la justa reclamación de que se analicen los grafitos, queda invitada a firmar el Manifiesto en favor del esclarecimiento del caso de Iruña-Veleia en iruñaveleia.eu de internet. Y con el mismo fin, queda también invitada a las concentraciones silenciosas que se celebran en Vitoria todos los jueves a las 8 de la tarde delante del palacio de la Diputación.

Naiz