Puente de La Salve: prepotencia y provocación Guggenheim

Guggenheim Bilbao Museoa, la franquicia vasca de la empresa cultural americana Guggenheim Foundatión, para conmemorar en 2007 el décimo aniversario de su implantación en Bilbao pretende manipular un bien de propiedad ajena, el Puente de La Salve. Su objetivo es intervenir decorativamente amanerando un notable elemento urbano que tiene una razón de ser estructural por su estética severa correspondiente al tiempo y las circunstancias tecnológicas que lo hicieron posible. En su habitual abuso de poder intenta malgastar dos millones de euro de las excesivas y reiteradas subvenciones anuales de dinero público de las que se alimenta para sus despilfarros, adueñarse formalmente del puente y quizá, con el tiempo, cobrar por mirar su hazaña.

Es inadmisible que de nuevo el director de dicha fundación en New York, Thomas Krens, ordene y regule todo un proceso a su antojo. El 19 de octubre de 2006 se conoció que esta entidad comercializadora del arte había invitado a cinco artistas de su secta económico creativa, sin importarle su adecuación, a proyectar cualquier injerto vistoso sobre el puente pero respondieron solamente tres. Una vez más han despreciado la capacidad de los artistas vascos. Como muestra de servilismo el director financiero del citado hangar artístico, Sr. Juan Ignacio Vidarte, tuvo la frivolidad de referirse al presupuesto y premios en dólares ignorando la moneda de uso oficial en la Unión Europea evidenciando ser un esclavo de las decisiones americanas.

El puente

Esta estructura, en el Estado, es uno de los primeros puentes atirantados desde un pórtico con dos mástiles de 60 metros de altura en forma de H que sostiene por ambos lados mediante cables en los bordes, un tablero metálico notablemente inclinado de 26,50 metros de anchura y 270 de longitud. Su construcción se inició el 5 de mayo de 1968 con un plazo de 30 meses y un presupuesto de 370 millones de pesetas inaugurándose a las seis y media de la tarde del sábado 8 de enero de 1972 para que pudiera lucir su flamante iluminación. Fue proyectado por el ingeniero de Caminos Canales y Puertos Juan Batanero (1914) ya fallecido, del que no se ha podido lograr más referencias a pesar de la numerosas gestiones, por un incompresible silencio tanto de sus descendientes como de la Asociación de Ingenieros de CCP de ámbito estatal. Construido por la empresa Cintec para el MOP sin ningún accidente grave durante las obras. Por primera vez en Bilbao se pudieron simultanear dos tránsitos el rodado y el marítimo por el gálibo 23,60 m en su centro sobre pleamar quedando una anchura de cauce entre sus pilares de 68 m.

El puente tiene un estilo, un lenguaje, radicalmente sobrio donde la forma está al exclusivo servicio de la función evidenciando, no obstante, una falta de consideración hacia el contexto urbano donde se insertaba, propio de la época, el régimen político imperante y la habitual apatía y carencia de sensibilidad de las autoridades locales. El ministerio lo consideró exclusivamente en su condición de un nuevo acceso al centro de la Villa, «Solución Norte», como una arteria periurbana de penetración desde Begoña a la Alameda de Rekalde. Queriendo resolver un conflicto, el tráfico rodado, creó un problema: el concepto de gálibo horizontal, la longitud y modo del encuentro con las orillas.

Cuando el arquitecto Frank Gehry recibe en 1991 el encargo de proyectar un museo en el único lugar posible en aquel tiempo, que no era un sitio buscado y menos deseado, un paraje convexo de la Ría, realiza un brillante ejercicio compositivo en el que no puede eludir el puente. En la primera maqueta conocida en Bilbao, presenta al otro lado del volumen principal del edificio una botella pequeña de agua mineral Perrier en una decidida voluntad de incorporar la estructura del puente preexistente. Posteriormente, este recurso integrador tomará forma con la torre, una inteligente construcción rotundamente expresiva estructuralmente en diálogo con el puente, vacía de contenido pero plena de intención, que emergerá como un potente hito de referencia de la posición del museo respecto a su contemplación desde el puente del Ayuntamiento. En ningún momento sugiere intervenir sobre el puente. Su simplicidad formal se incorpora de modo neutral en el conjunto.

En todos estos años el puente se ha ido degradando y a finales de 2004 se empezó por lo más insustancial, pintorrejear las escalera de modo estridente en verde y amaríllo, quizá para que los graffitis resalten más. Recientemente, en 2006 se ha rehabilitado y reformado el resto, juntas de dilatación, calzada, aceras, barandillas, y de manera descuidada los acabados de los pórticos de hormigón armado de ambas orillas. Si algo requiere de una intervención sensata es el alto muro del lado derecho, el remate final de los ascensores y una mayor comodidad de los peldaños de las escaleras deficientemente mejoradas.

Jurado y opinión

Esta idea de añadirle cosas al puente es una proposición inoportuna, sino indecente, por variadas razones. En primer lugar la sola voluntad de intervenir ya señala una enorme falta de respeto a la autoría intelectual del puente, que por defunción del autor tiene otros valedores profesionales cualificados; no por supuesto el lamentable diputado de Obras Públicas Eusebio Melero, afortunadamente cesado, como pueden ser la Demarcación del País Vasco del Colegio de Ingenieros de C.C.P. si es que se interesan por estas cosas visto su legendario silencio en recientes asuntos pontificios.

Lo que se pretende hacer disfrazado de propuesta cultural es la evidencia de una profunda incultura, de una ignorancia urbana y de una arrogancia insoportable. Demuestra una carencias estéticas tan preocupantes que convierte su intervención en un agresión. No ha entendido el sentido del puente. Es una distorsión absoluta. Quienes han elegido y posteriormente autorizado esta memez decorativa, muestran una frivolidad peligrosa. Deberían leer el discurso de ingreso en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando el 17 de diciembre de 2006, del Ingeniero Javier Manterota (Iruñea 1936), autor del Puente Euskalduna (1997) y de la pasarela de Plentzia (1991), Relación entre la estructura resistente y la forma. Notas en torno a la valoración estética de los puentes.

El Museo desprecia la opinión del vecindario que es el principal afectado y se preocupa en cambio que sus visitantes después de haber fotografiado del perro floreado del exterior, si pagan la costosa entrada, se entretengan dentro con algo más inteligible y puedan votar sobre tres maquetas. Es decir, un forastero, el 70 % de los asistentes a este recinto turístico, que estará un rato por su interior, sin ver, ni analizar y menos comprender el puente ni interesarle la ciudad tiene calidad de voto. Esto, es simplemente un insulto social que atropella, una vez más, la demagógica participación ciudadana revestida de populismo. Antes de realizar una consulta popular, primero hay que preguntarles a los ciudadanos, no seleccionar tres proyectos sin dar a conocer los criterios de partida. Para mayor irregularidad se dieron numerosos votos repetidos por razones fáciles de suponer. Asimismo ha ignorado la cualificada opinión de otros afectados: el Colegio de Aparejadores que está muy próximo, así como los de Arquitectos, Ingenieros, e Ingenieros de C.C.P. no sólo por su cercanía sino también por su solvencia, a pesar de que estos dos últimos son indiferentes a cualquier atrocidad urbana.

Que el omnipresente e impresentable Krens aparezca en un Jurado es un evocación a la parcialidad por intereses indisimulables de sus circuitos de artistas que le conviene promocionar para revalorar su cotización. Traer para el mismo a un secretario de exposiciones desde Londres además de un inadmisible despilfarro de dinero público es un capricho que probablemente sea un favor personal de este personaje.

Propuesta

De las tres ideas la única aceptable de alguna consideración es la de Jenny Holzer por su voluntad no agresiva al situar bajo el tablero del puente la colocación de una serie de columnas de luminosos LEDs capaces de expresar textos plurilingües en movimiento y aportar una tonalidad cambiante. Es interesante y de concepción mucho más original, creativa, económica y no impactante que permite más posibilidades y, por lo comentado, la preferida por amplísima mayoría en los ámbitos artísticos y culturales. Más teniendo en cuenta, si es que alguno del jurado tiene conocimiento de esto, que bajo el puente se produce una reverberación que ofrece posibilidades como un recurso complementario.

El proyecto favorecido, l´Arc Rouge, también llamado Cruzando, del artista francés Daniel Buren (1938) es un adorno bufón, carnavalesco, fallero. Como otros muchos contratados hacen unas manifestaciones mezcla de demagogia y prepotencia al justificar su obra definiéndola “Como si fuera una puerta abierta al mundo”. Una arrogancia propia de quien se encuentra con interlocutores sin escrúpulos, sin personalidad artística y sin identidad urbana. Su propuesta consiste en la colocación de una configuración de dos semicírculos dobles de 12 metros de radio, de un cierto grosor sobresaliendo de la anchura del travesaño del pórtico del puente, hechos en tablero laminado de color rojo, que se inician en el mismo. El superior, abierto hacia el cielo; el inferior hacia la calzada. Éste, cuando incide en las aceras las estrecha notablemente, originando un punto de inseguridad al crear un escondite, un lugar de ocultación. ¿Tolerará, Urbanismo o Protección Civil un punto conflictivo en un lugar tan solitario especialmente por la noche? Incluso sería un frente muy vulnerable para todo tipo de expresiones de rechazo, pintadas, golpes, etc.

Además de deformar radicalmente la percepción estructural del puente, supone un inadmisible impacto en el entorno que induciría reflejos molestos a los vecinos alterando las condiciones aerodinámicas y provocando efectos insospechados. Puede ser incluso peligroso por deslumbramientos, para iluminar el arco, a los conductores que transiten por el puente. ¿Es legal al no haberse sometido al preceptivo trámite de estudio de evaluación del impacto ambiental y de audiencia pública?

Ha sido no solo sorprendente sino ofensivo y lesivo que se tomase esta decisión en contra de la opinión de Frank Gehry que, como autor del edificio del Guggenheim Museoa, es el propietario intelectual del mismo, en cuyo conjunto se integra, como condición de proyecto, intacto el puente en su estado original. Si Gehry, con razón, no quiere una iluminación para su arquitectura, menos este mamarracho colorado. Resulta asombroso que Krens, su vasallo Vidarte y compañía le hayan traicionado tan pronto. No han entendido nada, sólo de dinero.

De esta agresión a los derechos de autor ¿por qué no se han interesado los medios que tanto bullicio crearon a favor del Alcalde frente a las justas reivindicaciones de Calatrava por la afección a la pasarela por el diseñada? ¿Han sido quizá estimulados positivamente por el poderoso museo? ¿Existe oposición en el Ayuntamiento?

Bilbao, una ciudad muy rica en tipología de puentes, no puede tolerar esta pretensión de ridiculización del Puente de La Salve que, aunque no sea bello, es muy notable tecnológicamente y expresa una fuerte identidad urbana. Ya estaba con todas sus consecuencias cuando se decidió y admitió construir bajo el mismo una parte de este Guantánamo comercial por el clan Guggenheim. No se concibe ninguna ciudad europea que admitiese semejante muestra de prepotencia de un aventurero para hacer su negocio manipulando un elemento urbano tan significativo como un puente.

Resulta tan extraño como decepcionante que los artistas vascos estén; una vez más, en prolongado silencio como si fuesen funcionarios temerosos de represalias. ¿Donde está el espíritu rebelde, progresista y polemizador de la intelectualidad, su capacidad revulsiva? ¿Comparten quizá este proyecto pegote? Sólo el crítico de arte Xabier Sáenz de Gorbea en Deia ha relatado este nuevo drama urbano, ambiental y comercial, disfrazado de artístico.

¡Qué tristeza la pasividad de una ciudadanía adormecida, sin inquietudes capaz de digerir cualquier cosa suministrada por un poder municipal prisionero de los mercados inmobiliarios!. Apelo a las personas, asociaciones vecinales y entidades que tengan una elemental autoestima que se organizan para impedir este escandaloso despilfarro, necedad brutal y banal horterada.

Para eliminar este despropósito, si la legalidad y el rechazo social no pueden lograrlo confiemos que la naturaleza con todo su repertorio de recursos, lluvia, humedad, viento, sol, salinidad y la contaminación de los coches consigan sin la necesidad de ninguna comprensiva y bienhechora mano reparadora, restablecer el elegante y diáfano diálogo celestial original de la estructura del puente con el horizonte.

Publicado por Nabarraldek argitaratua