Elisenda Paluzie (ANC): «Pedir un referéndum acordado es perder el tiempo»

Entrevista a la presidenta de la ANC, la principal entidad civil independentista

 

Elisenda Paluzie (Barcelona 1969) preside desde el pasado marzo la ANC, la principal entidad civil independentista y responsable de las movilizaciones secesionistas en Cataluña de los últimos años. Desde su llegada al frente de la organización, la entidad apuesta sin ambages por la ruptura unilateral y marca perfil propio respecto a los partidos independentistas.

Paluzie recibió a El HuffPost el pasado viernes en la sede de la ANC en Barcelona. En la entrevista, no evita las críticas a ERC y JxCAT y tampoco descarta movilizaciones contra el Govern si no se dan pasos efectivos hacia la independencia.

Queda menos de un mes para que se cumpla el ultimátum que pusieron al president Torra para que presentara una «estrategia unitaria» para «hacer efectiva» la República catalana. ¿Han percibido algún cambio desde entonces?

Se avanza muy lentamente. Podemos decir que si se percibe algo es muy sutil. Pero bueno, todavía queda un mes. Se han creado el Foro para el Debate Constituyente y el Consejo de la República pero falta por ver el grado de efectividad de estos dos instrumentos, cómo van a pasar del mero símbolo a algo efectivo

Da la impresión de que tal como están planteadas van a ser dos entidades meramente simbólicas. El Consell de la República es una fundación privada sin vinculación con el Govern

Es este el tipo de cosas que nos preocupan. Aunque creo que el papel de internacionalización del president Puigdemont en el exilio es muy potente. El hecho de tener a un presidente que ha sido ilegítimamente destituido, al que tampoco se le ha permitido la investidura teniendo una mayoría para ello y al que la justicia alemana ha liberado de la acusación de rebelión hace que sea una figura muy potente.

Lo que me preocupa del Consejo es que sirva de excusa para que el Govern en Cataluña pueda hacer una gestión meramente autonomista. Si nos frenamos por la represión y la amenaza del Estado español la independencia la podemos dejar ad calendas graecas.

El Foro para el Debate Constituyente tampoco va a redactar ninguna propuesta constitucional

Tampoco le correspondería redactar una Constitución porque esto tiene que hacerlo un Parlamento. Lo que se va a hacer es un proceso participativo de debate que en el pasado ya se impulsó desde la sociedad civil. Ahora se hará desde un organismo asesor que ha nombrado el propio president y tendrá una vinculación más directa con el Govern.

Siempre es bueno debatir sobre los temas, pero lo que nosotros querríamos es estar en un escenario de un parlamento constituyente que elaborara una constitución catalana. Pero para llegar a este escenario primero habría que haber declarado la independencia, haberla hecho efectiva y haber empezado a funcionar como un Estado.

¿Es lo que se debería haber hecho según usted el 27 de octubre de 2017?

Bueno, el 27 creo que se llegaba tarde, la iniciativa ya la tenía el Estado. Si había una oportunidad, que no es seguro que se hubiera materializado, era durante los primeros días de octubre.

¿Qué escenario plantean si en un mes el Govern no ha logrado esa unidad estratégica?

Un escenario probable es que haya unidad estratégica pero que la ANC no la comparta. Las estrategias de JxCAT y ERC no son tan distintas como parece por el enfrentamiento que a veces es más de índole personal o de disputa de hegemonía política. Los dos están muy anclados en que ahora es una etapa en la que hay que pedir un referéndum acordado con el Estado. No lo compartimos porque pensamos que no llevará a nada. Es perder el tiempo.

¿Cómo debería articularse esa vía unilateral?

El ejemplo lo tenemos con el referéndum del 1 de octubre. No solo no fue acordado sino que se hizo contra todo un Estado y fue un éxito. El Estado fracasó y no consiguió controlar el territorio de Cataluña.

Pero no cristalizó en nada concreto y no había nada preparado para después. ¿Qué diferencia respecto a lo que se hizo al año pasado debería haber?

La combinación de institucionalidad, legitimidad democrática y movilización popular es lo que tiene que permitir hacer efectiva la independencia. Es decir que si hacemos una declaración de independencia en el Parlament luego tengamos la capacidad desde el Govern de garantizar el funcionamiento incipiente de la República: financiación, orden público, control del territorio y movilización popular que sostenga ese Govern.

¿No les asusta la posibilidad de violencia en el caso de que se hiciera lo que plantean?

Es que primero para llegar a ese escenario tenemos que estar más preparados, no lo planteo para mañana, hay que ser realistas. Hay que llegar más preparados desde todos los puntos de vista. El Govern, sobre cómo gestionar la transición no negociada inicial. Por lo que respecta a la movilización popular, debe haber cierta preparación psicológica para un escenario más complejo… En cuanto a la amenaza de la violencia, si utilizamos este argumento entonces no hace falta que hagamos nada. Renunciemos a la independencia porque sólo con el simple hecho de que el Estado español amenace ya no podremos seguir.

¿Podemos esperar manifestaciones de la ANC contra el Govern si no hay avances hacia la ruptura?

La ANC ha elaborado una estrategia en la que se reafirma la vía unilateral, pero como digo hay que prepararse mejor y hay muchísimas cosas que la ANC puede hacer o que desde la sociedad civil se pueden impulsar para estar más preparados.

Si no se avanza es evidente que nuestra actitud de crítica irá in crescendo o dejaremos de ser un acompañamiento al Govern. Quizás habrá algunas acciones de movilización o de denuncia, de carteles… acciones más dirigidas a interpelar y criticar a la Generalitat. Pero no será algo de un día para el otro porque en realidad lo que hay es una estrategia de fondo en la que es prioritaria trabajar. De hecho, ya hace tiempo que no estamos en escenarios en que hagamos ruedas de prensa conjuntas o que firmemos hojas de ruta con el Govern. Incluso no estoy muy segura de que fuera un acierto que se firmaran hojas de ruta. La ANC es una asociación de socios, no tenemos la legitimidad democrática que tienen los partidos. Estamos en planos distintos y no se si mezclar tanto las cosas fue adecuado. Esto hizo que la ANC en octubre pasado perdiera su capacidad de presión porque estaba muy integrada en la unidad de decisión.

¿Como viven que tanto Òmnium como los políticos en prisión se hayan desmarcado de esta opción unilateral?

Esto es matizable porque en la conferencia nacional de ERC las bases forzaron que se reintrodujera la vía unilateral en las enmiendas.

Pero su presidente, que es Oriol Junqueras, está muy alejado de esto

Si, es cierto. En el caso de Òmnium, yo creo nunca ha participado en el debate estratégico.

¿No formaba parte del llamado ‘Estado mayor del Procés?

Sí, pero Òmnium siempre está una vez ha habido un acuerdo y hay una cuestión concreta a realizar. En sus asambleas generales no define estrategias políticas para el país en su conjunto, es una entidad un poco distinta. La ANC, en cambio se creó con un único objetivo que es la independencia y tiene la voluntad de desaparecer cuando la independencia se haya conseguido.

¿Qué papel jugará la entidad en las movilizaciones que se prevén para cuando se dicten las sentencias de los políticos en prisión?

Las movilizaciones no serán sólo cuando se dicten las sentencias: habrá movilizaciones cuando empiecen los juicios, durante y con la sentencia.

¿Ven esa sentencia como una nueva ventana de oportunidad para forzar una negociación o una Declaración de Independencia?

Es una opción, pero no se puede basar todo únicamente en la sentencia sino que se deben haber preparado las condiciones para poder hacer efectiva la independencia. Con la sentencia solo no basta.

No parece que se estén preparando

Eso es lo que nos preocupa.

¿Que debería preparar el Govern?

Habría que retomar por lo menos una fase de estudio técnico con economistas para analizar cómo se plantea la financiación de la República durante los primeros meses en un escenario de no negociación. Habría que analizar también cómo se puede contrarrestar el papel de los bancos, hay bastantes temas que habría que estudiar para plantear alternativas.

La ANC apoya un proceso de primarias para las municipales al margen de los partidos. ¿Esperaba que las formaciones independentistas le dieran la espalda?

Siempre tienes la esperanza de que en tiempos tan complejos y tan difíciles como ahora dejes de hacer las cosas como siempre y arriesgues un poco. Si en un contexto de asedio al independentismo como el actual no arriesgas, es un poco decepcionante. Sobre todo en el caso de Barcelona, porque creo que era una fórmula ganadora para llegar a las elecciones de mayo con una movilización popular del independentismo que hubiera garantizado la alcaldía de la ciudad.

En la lista hay una amalgama de perfiles distintos: desde marxistas a gente mucho más liberal. ¿Va a ser posible articular un programa que vaya mucho más allá de la independencia?

De entrada hay 55 candidatos y deben defender sus propuestas en los debates. Falta ver cuáles son los que se escogen y en qué orden, entonces se unificarán más las propuestas. También es verdad que tenemos a municipios absolutamente fragmentados en los que se está gobernando con coaliciones muy dispares con un programa que se pacta en los despachos durante los acuerdos de investidura.

¿Que diferencia hay entre un boicot a productos catalanes y hacer una lista de empresas afines al independentismo?

No estamos haciendo una lista de empresas catalanas afines al independentismo. Potenciamos un tipo de economía desligada de las presiones de los poderes políticos que no se deje influir como se dejaron influir ciertos oligopolios y grandes empresas por las presiones políticas que hubo en octubre [de 2017]. El boicot que se hizo contra empresas catalanas en octubre y en 2005 estaba centrado en el origen, era un boicot étnico prácticamente.

En los primeros 7 días solo hubo 4.000 adhesiones. Ni Òmnium, ni el Govern ni las patronales mostraron demasiado entusiasmo

De momento valoro el impacto positivamente. Estamos en un periodo con muchos registros en todos los lados: tenemos el registro de las primarias, el del Consejo de la República… Los independentistas ya no saben a cuántos registros tienen que apuntarse, o a cuál se han apuntado y a cuál no. Eso también es un problema. Creo que además es una cosa un poco de gota malaya: son cambios en pautas de consumo que van a ir creciendo progresivamente. En cuanto a la reacción, creo que es lógica pero me consta que en privado están encantados con la campaña.

¿El Govern?

Sí.

¿Qué opina sobre lo sucedido en el Congreso la semana pasada? ¿Se debería evitar tanto la palabra fascista como golpista?

He seguido tan poco esta polémica, ni siquiera he visto los videos porque me deprime que el independentismo catalán todavía esté en el Congreso y que al final participemos más en fuegos de artificio y no estemos avanzando en una estrategia coherente para hacer la independencia. Por eso lo he seguido poco.

¿Los partidos independentistas ya no deberían estar en el Congreso?

Si ya hubiéramos declarado y hecho efectiva la independencia no estaríamos en el Congreso. Y al estar me gustaría que fuera un bloque al servicio de una estrategia absolutamente compartida y preferiría más dureza en las posiciones en lugar del show mediático. A veces veo cosas más serias y rigurosas en relación a la causa catalana presentadas por el senador de Bildu Jon Iñarritu que las actuaciones de los dos grupos independentistas.

En cualquier caso en esto del lenguaje, lo que está haciendo el estado español para reprimir el independentismo es muy gordo. Lo que están haciendo es suficientemente duro como para atacarlo en su justa medida.

¿Llamarle fascismo es su justa medida?

Sin necesidad de llamarle fascismo. Pero sí que podemos hablar de una democracia de bajísima calidad, de una democracia en quiebra, de un autoritarismo y de una justicia vengativa y no independiente.

¿Qué opina de la acción de Arran en la casa del juez Llarena?

Es un tipo de acciones que desde la ANC nunca haremos. No forman parte de nuestro estilo y de nuestra cultura política pero yo tampoco la calificaría como violencia.

¿Desde que usted es presidenta de la ANC la entidad ha perdido transversalidad?

No. La ANC ha tenido muchas etapas y se la ha acusado de ser pro convergencia y en otras pro ERC. Creo que al final depende un poco de donde está cada uno de los partidos. Quizás es verdad que se ha enfatizado la independencia respecto a los partidos en esta etapa, nosotros lo que hacemos es mantener el discurso político y creemos que la ANC no puede hacer renuncias políticas.

Una apuesta: ¿Cuando cree que acabará esta legislatura?

(Resopla). Creo que durará más de lo que nos pensamos. Mientras las encuestas sean las que son… Quien tiene la capacidad de convocar elecciones no lo hará.

¿A la ANC le gustaría que se avanzaran?

Lo que nos gustaría es que el gobierno empiece a dar pasos y que veamos una estrategia más decidida hacia la independencia. Las elecciones son un instrumento, no un objetivo en sí mismo.

 

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