El románico navarro en Gipuzkoa y Bizkaia

“Y resulta innegable que el iniciador de ese movimiento fue un gran rey de Navarra (Sancho III el Mayor), al que todo el norte de España, y no solamente su Reino, le debe una verdadera explosión espiritual y artística. Los monumentos de arte románico, en concreto, todavía en la actualidad, dan testimonio de esa explosión” Pierre Narbaitz .

El arte románico de la Navarra occidental, pero también el de los Pirineos y el del resto del reino, es el arte de estilo románico navarro introducido por Sancho III el Mayor y sus descendientes mediante la reforma Cluny que convirtió a nuestro reino en puntero en toda Europa.

En el año 1025, Sancho III reúne en Leire a todos los obispos y grandes hombres del reino, al conde de Barcelona y a su pariente y cortesano el conde de Gascuña Sancho VI Guillermo, para hacerles partícipes de la reforma benedictina, resumible en “ora et labora”, de los “monjes negros” franceses de Cluny y en la que además participa el abad, y amigo personal de Sancho el Mayor, San Odilón.

La orden cluniense ya se había instalado un año antes en San Juan de la Peña (norte de Aragón, reino de Pamplona), mediante monjes navarros que se forman en la famosa abadía de la borgoña francesa.

La desaparición de este estilo de arte y su sustitución por el gótico, coincide prácticamente con la conquista castellana de la Navarra Occidental.

La mayoría de las iglesias y ermitas de las provincias vascas, así como de muchas de Castilla Vieja y La Bureba (Burgos) , Alto Aragón, La Rioja, Gascuña, Cantabria oriental hasta Santoña cuando menos , territorios del viejo reino baskón, se construyen por orden de reyes navarros o caballeros navarros en este estilo románico navarro , aunque la mayoría de la gente del lugar lo desconoce.

Son ellas el centro aglutinador de poblaciones dispersas de Bizkaia, Gipuzkoa o de la montaña Alabesa y el origen de muchos de los municipios actuales.

Sólo en Alaba hay 240 ermitas o iglesias de época románica, la mayoría del siglo XII, de entre las que destacan la Basílica de San Andrés, hoy de San Prudencio, en Vitoria-Gasteiz, el mejor románico navarro de Alaba (con su crismón en el tímpano, típico navarro ) y la iglesia de Estibaliz, por donde discurrió el Camino de Santiago alabés, siendo el camino costero anterior, ya que las “razzias” musulmanas hacían peligrosos los caminos más al sur, como el de la Llanada alabesa o el posterior Camino francés que recorren la mayoría de los peregrinos hoy en día, creado por los reyes navarros Sancho III el Mayor y Sancho Ramírez (s.XI).

Durante los siglos VIII y IX Alaba era conocida como «la puerta de la cristiandad» y fue atacada constantemente en razzias menores por tropas musulmanas entre los años 791 y 878. En el 823, por ejemplo, se dio una aceifa de Abd al-Rahman II (Abderramán), recordada por las crónicas musulmanas de Ibn Idhari como la “Campaña de Alaba”, donde se saqueó la llanura alabesa, sus fortificaciones fueron destruidas y liberados los prisioneros musulmanes. Gobernando Muhammad I se repiten los ataques o aceifas en el 855 y 856 a «Alaba y Al Quila» (se refiere a “Castilla Vetula”). Otras tuvieron lugar en el 863 y 865, en ésta última asolaron los hispano-musulmanes Salinas de Añana.

Ante estos ataques, el prerrománico alabés se limitaría a las cuevas occidentales de difícil acceso de las cuencas altas del río Ayuda (Faido, Laño, Albaina y Markínez) y del Olmecillo (Korro y Pinedo) en Valdegobía (Gobiaran). Son importantes y poco conocidas las iglesias alabesas excavadas en cuevas con arcos contra-absidados y las más de 100 cuevas de eremitas encontradas en sus cercanías (sobre unas 127 si añadimos Trebiño, montaña alabesa y Rioja alavesa), que datan nada más y nada menos que de los siglos V-VI. La ermita de la Virgen de la Peña del pueblo alabés de Faido (municipio de Peñacerrada-Urizaharra, frontera con Trebiño), con sus 11 cuevas ocupadas desde el siglo IX por eremitas, es considerada la más antigua de la actual Comunidad Autónoma Vasca (C.A.V.), pues aún está en uso.

Nunca controlaron las huestes musulmanas la Alaba actual, salvo la parte sur de La Rioja alabesa, siglos VIII y IX, y no hay constancia de que llegaran, si quiera en estas razzias o aceifas , a Bizkaia o a Gipuzkoa.

 

El Camino costero de Santiago

En Gipuzkoa y Bizkaia casi no se han conservado los numerosos templos románico navarros como tales, al ser modificados durante épocas posteriores, sobre todo en los siglos que imperó el arte gótico (entrado el s.XIII al XV) y durante el renacimiento (s.XVI), cuando la población de la costa navarra aumentó considerablemente , dejando pequeñas las “fábricas” o estructuras iniciales de las iglesias y ermitas de época románica, como ocurrió con Andra Mari de Galdakano, el mejor románico navarro de Bizkaia, construido a finales del siglo XII por el cortesano navarro Sancho de Torrezabal y Galdakano y reformado a mediados de los siglos XIII y XVI, pero de cuya iglesia original del románico navarro quedan numerosos vestigios .

La introducción en esta provincias del arte románico navarro, se haría probablemente siguiendo las diferentes rutas del Camino costero de Santiago. El Camino costero de Santiago era usado sobre todo durante los primeros siglos, IX-X, desde el supuesto descubrimiento del cuerpo del apóstol sobre el año 813, tal y como señaló Menéndez Pidal .

Según el libro “Dos Caminos de Santiago” del departamento de turismo de la C.A.V., “el camino (de la costa) estaba bien atendido, y, salvo algún accidente geográfico de poca importancia, era relativamente cómodo, incluso en los meses climatológicamente más rigurosos”.

El primer camino costero atraía peregrinos que desembarcan en la bahía de Txingudi o llegaban andando hasta Irun siguiendo la costa desde Baiona (principal puerto navarro en esos siglos), que carece de accidentes geográficos relevantes, para, atravesando San Sebastián, Zarautz, Getaria y Zumaia, penetrar en Bizkaia por Markina y seguir hacia la importante Colegiata de Zenarruza en Bolibar, continuando por el monte Oiz dirección Gernika, donde se confunde el Camino con la llamada históricamente “Ruta Juradera” .

La Ruta Juradera sale desde Bermeo y continúa por Mundaka-Forua-Gernika, donde se juntaba con el Camino costero de Santiago, y seguían ambos unidos por Muxika-Aretxabalagana alto de Morga-Larrabetzu-Galdakano, siglos después Txorierri (Lezama-Zamudio), para acabar en Bilbao .

Se tardaba 6 jornadas en completar este tramo hasta Bilbao y seguirían los peregrinos la ruta Xacobea bien hacia las Enkartaciones dirección Cantabria o bien hacia Burgos, lo que hacía de Bilbao un importante punto de paso, con su iglesia de Begoña y Catedral de Santiago , entonces sólo pequeñas ermitas o iglesias en estilo románico navarro sobre las que se construyeron la iglesia y catedral gótica actuales.

Pero sería también frecuente ver peregrinos que desembarcaban en Bermeo, principal puerto bizkaino y su capital hasta 1602, para iniciar por la “Ruta Juradera” el Camino de Santiago.

En Gipuzkoa, el otro camino importante partía también de Irun y se precipitaba dirección sur por la actual N-1 española: Oiartzun, Astigarraga, Tolosa, Segura, Beasain para acceder a la Llanada alabesa por el paso ancestral, después calzada romana, del túnel de San Adrián de Zegama a Zalduondo, y seguir por la Llanada alabesa y la Calzada romana Burdeos-Asturias hacia Salvatierra-Agurain, para acceder por el santuario románico navarro de Estibaliz a Vitoria, donde les esperaba la basílica de San Prudencio y la Catedral Vieja, para proseguir hacia la Puebla de Arganzón, alcanzando Castilla en 6 jornadas desde Irun.

Tras la (re)conquista o expulsión de los musulmanes y el aumento en la seguridad para los cristianos del norte peninsular, el uso de los caminos costeros decreció, sólo lo usaban unos pocos intrépidos.

La mayoría de los peregrinos de la costa, en realidad, desembarcaba en pueblos con puertos importantes y buscaba la vía principal, la “francesa”, dirigiéndose hacia el sur.

El camino costero era de uso puntual, no tanto por lo montañoso del terreno sino sobre todo por la peligrosidad de su gente, según se recoge en el Concilio de Trento que excomulgó oficialmente por este motivo a todos los vascos así como por paganos (1562-1563), sin que, hasta la fecha, se haya levantado tal excomunión.

La última noticia sobre peregrinos que usaban la costa bizkaina se refiere a un peregrino, Miguel de Igao, que de vuelta de Santiago de Compostela y camino a San Sebastián, en el 1685, es asaltado en el monte de Gumuzio (Galdakano).

Todos los municipios bizkainos y gipuzkoanos de los Caminos de Santiago principales como secundarios, cuentan con iglesias y ermitas cuyo origen se remonta cuando menos al románico navarro.

 

El románico navarro en Gipuzkoa y Bizkaia

Como es sabido, la primera mención escrita de Gipuzkoa es del año 1025 reinando Sancho III el Mayor. Es un documento de cesión de unas «tierras de Ipuz», que quizás signifique «frontera» según algunos historiadores.

El primer Señor de Gipuzkoa fue García Aznar o Acenáriz en ese año 1025, el documento dice que García Acenáriz, Señor de Ipuzcoa bajo Sancho III el Mayor, dona a San Juan de la Peña (Aragón, reino de Navarra) el monasterio de San Salvador de Olazabal, en Altzo, por tanto de origen románico navarro. Otra tenencia Navarra la compondría la comarca de Oiarso Aldea (San Sebastián, Renteria, Irun, Oiartzun, Pasaia, Hondarribia, la zona baskona de la actual Gipuzkoa).

La mayoría de vestigios del románico navarro actuales en Gipuzkoa están constituidos por portadas tales como las de Abaltzisketa, Aretxabaleta, Tolosa (centro de la iglesia la puerta del baptisterio trasladada desde la ermita de San Esteban), San Miguel de Idiazabal, San Miguel de Urnieta, Hernani (portada de iglesia de las Madres Agustinas, antigua parroquia del pueblo) o Albistur. Dándose la circunstancia de que se localizan preferentemente en el interior, destacando por su mayor riqueza la cuenca del Oria, lugar por el que discurría una de las rutas del Camino de Santiago.

También quedan restos de románico en el camino que iba al castillo navarro de Aitzorrotz en Arlaban, como en Arrasate-Mondragón unas ventanas y figuras en la iglesia de Bedoña y la portadas de medio punto Garagarza también en Arrasate.

En la comarca del Alto Deba nos encontramos ante un nuevo caso de ventana románica “recuperada” en el camposanto de Bedarreta de Aretxabaleta y el mismo caso de las portadas de medio punto de los cementerios de Pasai San Pedro y de Azkoitia.

La antigua de Zumarraga, “la catedral” de las ermitas de Gipuzkoa, también es del siglo XII.

Pero se sabe de la existencia de ermitas, iglesias o construcciones románicas anteriores a las actuales en los núcleos de población importantes que atravesaban el otro Camino de Santiago gipuzkoano importante, el costero (aunque peor conservados): en Irun se encuentra en la Iglesia Nuestra Señora del Juncal la estatua de la virgen románica más antigua de Gipuzkoa (s. XI, de tez negra) o el hospital de peregrinos de Santiago de Zubernoa (s.XII), el monasterio de San Sebastián el Antiguo ya existiría en los siglos XI-XII , una ventana de la Iglesia de Igeldo también en San Sebastián, la iglesia San Salvador de Getaria es también de origen románico navarro (construida con anterioridad al siglo XII, la actual es básicamente gótica) , San Pedro de Zumaia tiene una clara forma románica aunque las reformas de ampliación del templo en estilo gótico son las que predominan.

Existe en este territorio incluso restos de prerrománico, como en la Iglesia de San Andrés de Astigarribia, con una ventana de arco de herradura en su ábside, destacando además el hecho de que se trata de una Iglesia doble, vestigio de otro tiempo. En Irun a la orillas del Estebenea, afluente del Bidasoa, al pie del monte Ibaieta, existe la ermita de Santa Elena, donde se ha encontrado un templete de época romana. Debajo de la ermita de San Martín de Iraurgi (Azkoitia) ha aparecido un tipo de necrópolis de iguales características que la de Santa Elena, con urnas de cenizas y del mismo período. En Santa Elena de Irun han aparecido numerosas monedas, algunas del tiempo de Guillermo Sancho, conde de Burdeos y duque de Baskonia, por lo que la ermita actual se puede datar en el siglo X.

En la Iglesia de Santa María la Real de Zarautz también se han hallado restos de época romana del asentamiento conocido como Menosca (comarca Getaria-Zarautz).

Podrían ser los primeros cristianos gipuzkoanos, inicio de la cristianización del “saltus vasconum” interrumpido por la caída del Imperio Romano y recuperado el impulso evangelizador por el Reino de Pamplona-Navarra.

En Bizkaia, existen también pocos restos o vestigios anteriores a la arquitectura de estilo románico navarro introducido por Sancho III el Mayor.

El Imperio Romano se asentó en Forua (ría de Urdaibai, o Gernika) hacia mediados del siglo I. La protección que brindaban las marismas frente al enemigo y el mar hacían del enclave un buen emplazamiento para construir un puerto desde donde distribuir las mercancías del mundo romano. Es el de Forua en Bizkaia el mejor “forum” o mercado de distribución de todo el Cantábrico.Además, los romanos comenzaron a apreciar pronto algunas de las materias primas que aún hoy abundan en la zona: el extraordinario mármol de Ereño, la pesca y el hierro. Todo se cargaba en barcazas, que eran arrastradas por la corriente hacia la desembocadura, donde aguardaban los barcos de la flota imperial. El comercio fue intenso, sobre todo durante la época dorada del asentamiento, en el siglo II. El pueblo acogió entonces una guarnición de la legión romana, acantonada en un cuartel cerca del puerto.

Las excavaciones han constatado la presencia de elementos constructivos de la época romana y posteriores. La investigación se ha desarrollado en toda la planta del recinto de la Iglesia actual de San Martín de Forua (del siglo XI y modificada en los s.XV-XVI). Los restos más antiguos se han encontrado en la zona más próxima al altar. A casi metro y medio bajo el suelo ha aparecido una necrópolis usada desde época altomedieval hasta una fecha todavía por determinar .

Serían los primeros cristianos bizkainos, pero se perdería su influencia con la caída del Imperio Romano a principios del siglo V para volver el cristianismo a Bizkaia sobre el siglo IX. Un sepulcro de Argiñeta en Elorrio, con fecha 883, es el resto arqueológico cristiano más antiguo de Bizkaia, tras los restos del templo romano de Forua (entre otros restos menos importantes), por tanto casi 500 años después.

Cabe mencionar unos pocos detalles arquitectónicos más anteriores a la introducción del arte románico desde Leire. Existe una lápida sepulcral con signos mozárabes en el dintel de San Esteban de Iturrieta en Etxebarria (cerca de Markina). Se sabe que la ermita de lo que era el núcleo originario de Elorrio (San Agustín de Etxebarria), es también anterior pues aparece en un documento del 879. Finalmente, son anteriores al románico las ventanas mozárabes de San Lorenzo de Lamikiz, San Pedro de Abrisketa (Arrigorriaga), Santa Magdalena de Llona (Mungia) y quizás también ventana de la ermita de San Martín de Amatza (Iurreta, duranguesado).

El primer conde de Bizkaia fehacientemente datado es del año 920, se trataría de Munio López (o Manso López), que podría ser hijo de López Fortun (870-909), natural de algún lugar del Urdaibai (al igual que el “Jaun Zuria” de la leyenda) y que se casó con Belazquita (Velasquita), hija del rey navarro Sancho I Garcés y doña Toda Aznar, y que estaría enterrado en Aretxabalagana tras ser sitiado y muerto por su propio hijo. Según la tradición, su tumba estaría en la iglesia navarra del siglo X de San Martín de Morga, cerca de la ermita juradera de San Salvador, también del siglo X (de la que se conserva en perfecto estado su ventana de estilo mozárabe, por tanto prerrománico navarro).

No es extraño observar que entre las más antiguas ermitas o pequeñas iglesias bizkainas haya de advocación a San Martín, pues según la tradición, fue el que evangelizó estas tierras de la Navarra costera (San Martín de Tours murió en el 397).

Según también la tradición (recogida por Iturriza), la primera de todas las iglesias de Bizkaia es Santa María de Garai en Gerrikaitz, a los pies del monte Oiz (por tanto en el Camino de Santiago).

Según esta tradición, el día de la virgen del año 968, el 15 de agosto –coincidente con el Askatasun Eguna-, durante la celebración de la misa, tras la comunión, un águila tomó una calavera de una osera cercana y tras llevarla por los aires, la dejó caer en un campo de hierbas en Bolibar, «cenaorriac», y allí se erigió la colegiata de Zenarruza (Ziortza). Sin embargo, su datación escrita más antigua se remonta al siglo XI.

Muchas de estas ermitas e iglesias se construían con la madera como parte fundamental de su estructura, motivo por el cual no han sobrevivido o ha sido sustituida su estructura inicial por la piedra labrada sobre todo durante el románico, ampliados la mayoría de los templos (salvo pequeñas ermitas) en épocas posteriores para así poder albergar el constante aumento de fieles.

Por tanto, Bizkaia estaría plenamente cristianizada a finales del siglo X principios del XI al igual que Gipuzkoa, dentro del reino de Pamplona-Navarra, no antes.

 

Una lista del románico navarro en Bizkaia

En Bizkaia hay restos modestísimo anteriores a los siglos X-XI. Cabe mencionar unos pocos detalles arquitectónicos más a la introdución del arte románico desde la capital del reino baskón. En el libro “La arquitectura prerrománica vizcaína”, Iñaki García Camino, J.M. González Camebellín, A. Santana Ezquerra, han estudiado sistemáticamente los 16 restos prerrománicos, que en realidad son ventanas, y son todas ellas datables del siglo XI, por tanto de época Navarra:

Existen ventanas prerrománicas de ajímez o mainel (con una pequeña columna en medio): San Miguel de Urrialdu (Gorozika, Muxika), San Pedro de Arta (Markina-Xemein), San Lorenzo de Bermejillo (Güeñes) y Santa Lucía de Gerrika (Arbaizegi-Gerrikaitz).

Ventanas de arco de medio punto: San Juan y San Lorenzo de Laminiz (Mendata),

Ventas con óculos (dos agujeros redondos) sobre las luces abiertas en los vanos: San Martín de Amatza (Iurreta), San Salvador de Zarandeas (Larrabetzu)

Ventanas con arcos ultrasemicirculares: Santa María de Goiuria (Iurreta) y San Cristóbal de Busturia.

Ventanas cruciformes en San Antonio de Barañano y San Adrián de Arguiñano, ambas en Zeberio.

Luego estaría San Pedro de Abrisketa (Arrigorriaga), que sería la única estructura prerrománica de toda Bizkaia, que nos da una idea de cómo serían estas primeras “iglesias” o ermitas de tierras bizkainas. Los 20 restos de diferentes lugares llevados a Argiñeta (Elorrio) del siglo IX, junto con la necrópolis de Momotio en Garai (duranguesado) y la de Ziortza (Cenarruza) en Bolibar.

Además hay ventanas en Santa Magadalena de Llona (Mungia) y San Martín de Morga.

No es extraño que estas dos últimas ermitas o pequeñas iglesias sean de advocación a San Martín, pues según la tradición, fue el que evangelizó estas tierras (San Martín de Tours murió en el 397), que por lo que vemos, estaban plenamente cristianizadas para finales del siglo X, principios del XI.

Estos estudiosos descartan influencias galaicas o asturianas en la estructura de cualquiera de estas ventanas, que por otro lado son de bajísima calidad en relación a la arquitectura de los grandes cenobios interiores del reino navarro, que nos hablan de una cristiandad incipiente, de gente humilde, básicamente de madera, lo que explica que sean tan escasos los restos que han llegado hasta nuestros díasg.

Sin embargo, en Bizkaia, la mayoría de las ermitas o iglesias son de época navarra y muchas aun conservan rasgos o restos arquitectónicos románicos, que en otras no se han conservado, aunque sí se sabe que hubo ermitas o iglesias anteriores sobre las que se construyeron las actuales. Una lista para hacernos una idea sería:

La ermita de San Pedro de Abrisketa (Arrigorriaga, de las más antiguas, con estela del siglo X-XI), Santa María de Zenarruza (Bolibar), San Pedro de Arretxinaga (Markina-Xemein), Santo Tomás apóstol de Bolibar, la Ermita de Gerrika (Munitibar), San Pedro de Tabira (Durango, del siglo XII, pero donde se sabe que había varios monasterios en el siglo XI), San Vicente de Ugarte y la ermita de San Román (Muxika s.XII), San Miguel de Zumetxaga a los pies del monte Jata (Mungia), San Pelaio en Bakio (antes Bermeo, hito en el Camino Santiago a su paso por Bermeo-Bakio, datable desde el siglo XI, 1053, en una donación a San Juan de la Peña en Aragón pero en el reino navarro), San Juan de Gaztelugatxe (Bermeo, ermita y después fortaleza navarra de la que no queda nada de su construcción inicial, de ahí que sea «gaztelu» sobre las “atxas” o rocas ) y la ermita también bermeana de Almike (XII), San Pedro de Mungia donde hubo una sede religiosa en el siglo XI, San Salvador de Fruniz (portada), San Martín Obispo de Arrieta (XII), Andra Mari de Urizar de Lemoniz, Andra Mari de Gautegiz-Arteaga, Parroquia de Kortezubi (se conserva su pila bautismal) y ermita de San Miguel de Ereñozar en la cima del monte del mismo nombre, San Martín de Tours en Forua (de la iglesia original mencionada como románica de los siglos XI-XII por Iturriza, no quedan restos), ermita de San Juan Mendata y San Lorenzo de Lamikiz, San Juan Bautista de Sondita, San Pedro de Elorriaga (Lemona, tiene incrustadas lápidas de época romana, pero la estructura actual de la ermita es una reconstrucción reciente con materiales anteriores), ermita San Cristóbal de Igorre, San Miguel de Elejabeitia (preciosa ermita de madera de Artea), San Bartolomé de Olarte (Orozko), Santa María de Getxo (iglesia parroquial ya en el siglo XII), San Lorenzo de Zeanuri, la iglesia de Goikolejea, Momotio en Garai, Begoña (actualmente barrio adjunto a Bilbao, erigida sobre un templo románico anterior), la hoy Catedral de Santiago (Bilbao ), San Martín de Amatza (Iurreta), Santa María de Axpe (Busturia, antes de Izpea), la iglesia de Leketio es el gótico mejor conservado de Bizkaia pero se construyó sobre otra iglesia románica anterior.

En el siglo XI, «in portu de Vermelio» (Bermeo), había tres enclaves religiosos, San Juán, Santa Maria Alboniga y San Miguel.

En las Enkartaciones navarras, la documentación Xacobea del siglo XI hace mención al pequeño núcleo urbano de la bonita aldea enkartada en torno al monasterio románico de «Sancti Georgia», San Jorge (con tímpano románico de piedra), origen de Santurce-Santurtzi del cual se guarda un texto del siglo XI donde se habla del “monasterio de San Jorgea la orilla del mar”. También fueron románicas las iglesias de Ibarruri, Andra Mari de Barrika (s.XI, se conserva la portada original), Larrabetzu etc. Y por supuesto, Andra Mari y la desaparecida Santa Marina de Galdakano.

También en las Enkartaciones tenemos la ermita de San Jorge y San Sebastián en la cima del monte Kolitza (Balmaseda) , San Miguel de Linares (Artzentales, Enkartaciones), San Lorenzo de Bermejillo (Güeñes) etc.

En Orduña-Urduña la iglesia de Nuestra Señora de la Antigua es también de base románica, del siglo XII.

Sobre la tenencia navarra de Orozko, Pedro Mari Ojanguren comenta en “Paseos por Orozko”: “¿Cuándo se constituyeron las parroquias de Orozko como tales? No hay noticias de ello, como tampoco las hay del resto de Bizkaia. Pero si situamos la creación de los arciprestazgos, entre ellos el de Orozko, a finales del siglo XII, podemos aventurar que las parroquias también son de ese mismo tiempo. A ello contribuye, por otro lado, la datación en estas fechas de muchos de los templos parroquiales de Bizkaia, las de San Bartolomé de Olarte, Zaloa y Urigoiti incluidas, y la desaparición, al tiempo, de las cesiones de “iglesias propias” a los monasterios renombrados de la Cogolla, Oña, etc.”

Además en Orozko, territorio tardíamente incorporado al señorío de Bizkaia y que tuvo hasta 6 iglesias parroquiales, serían de origen navarro: Santos Fabián y Sebastián de Egurriartu (parroquia de San Bartolomé de Olarte), Santiago de Katadio y San Fausto de Okeluri (parroquia de San Juan) y, sobre todo, Santa María de Goikiria (parroquia de San Martín de Albizu-Elexaga), San Miguel de Mugarraga o Beraza (de documentación más antigua, ya en el s.XIV) y San Isidro de Manzarbeitia (ambas en la parroquia de San Juan), Santa Marina de Agirre (parroquia de San Juan).

En los siglos XII y XIII alrededor de 1.600 clérigos ejercían en tierras vascas.

Por todo ello, cabe decir que el arte románico de la Navarra occidental, pero también en los Pirineos y en el resto del reino, es el arte introducido por Navarra que convirtió a nuestro reino puntero en toda Europa.

Julio Caro Baroja: “En suma, hasta el siglo IX no ha datos que permitan pensar que hubiera cristianos en parte de Guipúzcoa, Vizcaya y el extremo norte de Navarra. En el siglo X puede ser que se empezara la cristianización sistemática”. “Los pueblos del Norte” (1973, p.137)

Por tanto, la introducción definitiva del cristianismo en toda Gipuzkoa y Bizkaia se produce dentro del reino de Pamplona-Navarra (s.X-XI), aprovechando la plenitud a la que llega el reino baskón en esos siglos y el impulso comercial y cultural que suponía el Camino costero de Santiago, que tiene un Camino principal (dos en el caso de Gipuzkoa) pero numerosos ramales que impregnan todo el territorio bizkaino y gipuzkoano con templos del románico navarro.

Casi todas las ermitas e iglesias actuales bizkainas y gipuzkoanas fueron mandadas construir por reyes y señores del reino de Pamplona.-Navarra de forma masiva en dos siglos que duró el románico (siglos XI hasta principios del XIII). Muchas de esas ermitas e iglesias aún conservan rasgos o restos arquitectónicos del románico navarro, en otras no se han conservado, aunque sí se sabe que hubo ermitas o iglesias anteriores sobre las que se construyeron las actuales.

La vida de este estilo artístico románico navarro, introducido por Sancho III el Mayor y sus descendientes desde el monasterio de San Salvador de Leire y otros grandes monasterios interiores del reino como San Millán de la Cogolla (La Rioja), San Andrés (o San Prudencio) de Armentia , Catedral de Pamplona, San Salvador de Oña o Santa María la Real de Nájera (La Rioja, con su hijo García IV), corrió paralela a nuestra libertad, pues su introducción y plenitud coincide con la de nuestro reino y su declive y sustitución por el estilo gótico a principios del siglo XIII, viene precedido por la brutal conquista castellana de las tierras occidentales de nuestro Estado.

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