Cathal MacSwiney Brugha: La prisión de los dirigentes independentistas catalanes es una jugada estúpida y una señal de que Madrid pierde’

Cathal MacSwiney Brugha es profesor emérito de la Facultad de Empresariales de la University College Dublin. También es el presidente del Analytics Society de Irlanda. El nieto de dos líderes de la independencia de Irlanda propone una campaña de concienciación europea sobre Cataluña.

Sus dos abuelos lo conectan con la historia de Irlanda. El abuelo paterno, Cathal Brugha, fue el primer presidente del parlamento irlandés después de haber tenido un papel muy importante en la Revuelta de Pascua. El abuelo materno, Terence MacSwiney, era alcalde de Cork durante la guerra de la independencia y fue detenido después de haber reclamado a los británicos que regresaran a su país. Hizo una huelga de hambre que se convirtió en un gran problema para las autoridades británicas. La huelga de hambre le llevó a la muerte y las repercusiones internacionales que tuvo aquel hecho obligaron finalmente al gobierno británico a aceptar sentarse en la mesa de negociaciones.

Cathal MacSwiney Brugha, su nieto, estará hoy en Girona y en esta entrevista dibuja paralelismos entre Irlanda y Cataluña, se muestra optimista sobre el camino que construye el pueblo catalán y propone activar una campaña de concienciación europea sobre el caso catalán .

 

– ¿Qué le trae a Cataluña esta vez?

– Veo que Cataluña ha ganado la batalla de los argumentos, pero ahora necesita ayuda para ejercer la autodeterminación. Esta ayuda puede provenir de la gente de Europa. No de los niveles más altos, del consejo de primeros ministros, porque no ven por debajo de su nivel. Yo veo a Europa como una familia de familias. Si un hermano mayor acosa a una hermana pequeña, los primos deben ayudarle. En Irlanda somos vuestros primos, nos gusta y admiramos mucho la gente de Cataluña. Por eso estamos aquí. Queremos promover una campaña ‘Europe Cares’ (‘A Europa le importa’). No estamos solos. Mikko Karn, diputado finlandés, también es muy activo. Habría que difundir la campaña en todo el continente.

 

– ¿Qué paralelos podemos encontrar entre la situación actual en Cataluña y las elecciones irlandesas diciembre de 1918?

– Hay muchos e importantes paralelismos. Las elecciones irlandesas de diciembre de 1918 fueron un punto de inflexión. Londres ya no podía reclamar que los irlandeses apoyaran la política británica en Irlanda. El motivo fue el uso egoísta de jóvenes irlandeses en una guerra colonizadora entre Gran Bretaña y Alemania. El apoyo de muchos catalanes a los partidos que defienden la autodeterminación hace prever que los cambios no tardarán en llegar.

 

– Su abuelo, Terence MacSwiney, alcalde de Cork, fue detenido porque defendía la independencia y murió tras una huelga de hambre. ¿Actualmente defendería medidas radicales de desobediencia civil?

– Antes de la huelga de hambre de MacSwiney, muchas mujeres sufragistas habían hecho huelgas de hambre en Inglaterra para defender sus derechos. Era una lucha anónima porque la derecha controlaba los medios de comunicación. Las obligaban a comer con gran brutalidad. MacSwiney y sus colegas de todo el mundo utilizaron los medios de comunicación internacionales para hacer campaña y para promover la independencia irlandesa. Esto, y el hecho de que fuera alcalde de la segunda ciudad de Irlanda, Cork, y que fuera un miembro electo del Dáil, nuestro parlamento, hizo que Gran Bretaña se lo pensara un poco y no forzara su alimentación ni lo tratara con brutalidad. MacSwiney ganó la batalla del relato, también en Inglaterra. ¡Incluso su rey, Jorge V, defendió la liberación de MacSwiney!

 

– ¿Medidas de este tipo podrían ayudar al movimiento independentista de Cataluña?

– Las medidas radicales de desobediencia civil pueden ser contraproducentes. Pueden dar a Madrid la excusa para utilizar aún más brutalidad. Cataluña ya ha conseguido la victoria moral. Ahora los de Madrid son los salvajes. Es necesario elegir bien el terreno de juego. Hay que asegurarse de que el Estado español siga siendo visto como el bando incivilizado y Cataluña sea el pueblo orgulloso, fuerte, maduro y civilizado. La cita más famosa de MacSwiney es: ‘Los que conquistan no son los que más pueden infligir, sino los que más pueden resistir’.

 

– ¿Qué sensación tiene, al ver cómo un siglo más tarde hay dirigentes independentistas catalanes también en prisión o en el exilio?

– El encarcelamiento de los dirigentes independentistas catalanes es una jugada estúpida y una señal de que Madrid pierde. Es muy visible en toda Europa y hace tomar conciencia a todas las personas decentes. Terence MacSwiney pasó más tiempo en prisión que fuera.

 

– ¿Hay líneas rojas que una democracia moderna debe respetar o la integridad territorial es un valor supremo?

– La lucha es siempre entre el poder y la gente, las normas y la conciencia, la tierra y la gente que vive en ella. El mundo madura y avanza hacia una época en que se tendrán más en cuenta las preocupaciones de la gente. La integridad territorial siempre tendrá un valor, pero la idea de que es un ‘valor supremo’ ya no se mantendrá, sobre todo si se utiliza para justificarla el hacer daño a la gente.

 

– ¿Qué importancia tiene la solidaridad en estas situaciones?

– Cuando hay un mal comportamiento, ya sean niños en un patio como países que actúan como niños, los sensibles, maduros, constructivos y buenos deben trabajar juntos por la paz y la armonía. La solidaridad es clave. Los acosadores siempre son cobardes. Sólo participan en batallas desiguales. Pero la solidaridad siempre se acaba imponiendo.

 

– ¿Espera que la UE o los estados más poderosos pidan seriamente o incluso obliguen al gobierno español a dialogar y negociar con Cataluña?

– Sí, lo espero. Me gustaría que pasara esto. Desgraciadamente, los que tienden a hacer política en circunstancias normales son las personas equivocadas, las más poco adecuadas para estar en el gobierno. Les gusta dominar y tienden a no preocuparse por los demás. En general, los grandes líderes europeos serán los últimos de ayudar a resolver su disputa con España. Se ven a sí mismos en reuniones con el primer ministro español y simpatizan con sus ‘dificultades internas’; incluso pueden ver paralelismos con sus ‘dificultades internas’ propias.

 

– ¿El poder de los estados no tiene límites?

– Algún día, una Europa madura dividirá la gobernanza en cuatro niveles: la Unión Europea, los estados, las regiones y los municipios. La aparición de la gobernanza regional significará que los estados perderán poder. No podemos esperar que los estados dejen el poder solos. Debemos apelar a la gente de todas las regiones europeas para apoyar este movimiento. Ellos responderán. La historia está llena de hechos excepcionales surgidos del conflicto entre poderes. Si la historia fuera diferente, Cataluña ya sería un Estado, pero no podemos volver atrás. Los estados van perdiendo importancia y las regiones la van ganando. En Europa, Cataluña va por delante para avanzar hacia una sociedad madura, donde la gente dirija sus asuntos. El tiempo de los Estados que se imponen a las regiones se va acabando. En todo el mundo, el poder estatal excesivo se asocia con decisiones estúpidas y corrupción financera.

 

– ¿Cataluña puede aprender alguna lección de la experiencia irlandesa o son épocas y circunstancias demasiado diferentes?

– Por supuesto, Cataluña puede aprender de la experiencia irlandesa. En general, los que escriben la historia y explican qué pasa son de derechas. De este modo, la historia se desvirtúa y las lecciones para el futuro se pierden. Los dirigentes irlandeses eran personas muy espirituales, solidarias e inteligentes. En el otro bando, los líderes británicos eran unos chulos con afán de poder, intolerantes y egoístas, en el ámbito político y a menudo también en el personal; y muchos, además, eran unos corruptos. No daré nombres. Pero son elogiados por la historia de sus países, porque durante breves periodos sirvieron bien a sus estados. No veo que en Cataluña los tiempos y las circunstancias sean muy diferentes. Cataluña ha de mantener el rumbo, la frescura, actuar con prudencia y no entrar en conflictos equivocados, que la alejarían del camino acertado. Cataluña no ha cometido errores. Cataluña ha mantenido el apoyo de su gente. Cataluña es razonable. El problema es cómo dar el siguiente paso…

 

– Si la gente se mantiene unida y resiste la represión española, ¿cree que veremos una República Catalana independiente? ¿Qué más hace falta?

– El error es pensar en Europa como un grupo de repúblicas independientes. Antes los estados tenían el cien por cien del poder. En el futuro, la Unión Europea, los estados, las regiones y los entes locales se repartirán este cien por cien, tantos a tantos. Las repúblicas independientes son cosa del pasado. El problema de Madrid es que no ven esto. El problema de Cataluña es que Madrid le culpa de su sensación de pérdida de poder, un poder que ya había desaparecido. Dentro de cien años, la derecha madrileña aún culpará a Cataluña. Pero la mayoría de la gente, en España y en Europa, se lo agradecerá. El mayor desafío es mantener a tu gente unida mientras se avanza hacia una nueva situación. Te vas moviendo rápidamente en la dirección correcta, pero por un camino que todavía no se ha construido. Este camino lo construyes tú.

 

– ¿España no tiene en absoluto interés en la construcción…

– Cuando en Irlanda lo hicimos, hace un siglo, Gran Bretaña era el imperio más poderoso del planeta. Las acciones de alguna gente, como Terence MacSwiney, hicieron un pequeño desgarro en la vela del gran barco Britannia. Aún hoy pierde poder y, sin embargo, mantiene sus delirios de grandeza. Ahora perjudica su futuro con el Brexit, y de paso también perjudica a Irlanda. El Brexit arruinará a Irlanda del Norte. A los políticos del Brexit no les importan nada tres regiones: Irlanda del Norte, Escocia y el norte de Inglaterra. Sólo les preocupa Londres y su poder. Es difícil para Cataluña, pero hay que mantenerse atento y actuar con inteligencia. La clave del futuro no son las normas, sino el respeto. No las leyes de las instituciones, sino la atención a las personas.

 

– Gracias por su tiempo. ¿Desea añadir algo?

– Estoy aquí porque creo que a Europa le importa Cataluña. No necesariamente a los políticos de primer nivel de la Unión Europea ni a los estados, sino a los ciudadanos de Europa. Gracias a VilaWeb, a sus amigos y aliados, a las redes sociales, sobre todo gracias a los jóvenes, pueden construir este nuevo camino. Europa se lo agradecerá. Para Madrid puede ser doloroso durante mucho tiempo. Pero a la larga los ciudadanos de España también estarán agradecidos a Cataluña. A sus lectores no es necesario que les explique el motivo.

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