Antoni Abat Ninet: ‘¿No se han ido, los «piolines», del puerto? ¿Pues a qué esperamos? ‘

Entrevista al académico catalán y profesor en Dinamarca.

Antoni Abat Ninet, Cuarenta y tres años. Profesor de derecho en la Universidad de Copenhague. Pero también lo ha sido en Stanford, Georgetown y ESADE. En 2016, hizo una sonada intervención en el Parlamento catalán que ayudó mucho a modificar la hoja de ruta soberanista: después de su intervención, mucha gente pasó de querer hacer elecciones a encarar el referéndum con ganas. Ahora VilaWeb ha querido volver a hablar con él para preguntarle cómo ve las posibles salidas al momento actual. Y su opción se puede resumir así: opta por un mandato de desobediencia civil.

– ¿Qué debemos hacer, ahora, profesor? ¿Cuál sería el paso a hacer en la investidura, por ejemplo?
– Ustedes publicaron el artículo del profesor Resina, que proponía un mandato de desobediencia civil y firme. Estoy de acuerdo. Para empezar, la investidura. Si leen el reglamento del parlamento, la investidura telemáticamente se puede hacer, porque no está prohibida.

– ¿Se puede?
– Quién les diga que no, quiere decir que hace una lectura restrictiva y poco garantista del reglamento. Se pueden utilizar argumentos de derecho constitucional comparado a favor de la investidura telemática. Y la especial protección que tienen los derechos de los representantes en la cámara, también. Esto está explicitado en la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH). Los catalanes haríamos bien en empezar a pensar en el TEDH como garante de nuestros derechos fundamentales, obviando considerar el paso por la justicia española como un mal procesal necesario. En resumen: hagamos la investidura telemática y mantengamos una parte del gobierno y la presidencia en Bélgica, y otra, en el Principado. No puede ser que por una cuestión formal y con una lectura restrictiva de los derechos no se permita que el presidente tome posesión. Hombre… Aquí te aplican el 155 como una ‘carte blanche’. Dan un golpe de estado con un artículo anticonstitucional, no aceptan el resultado de las elecciones y quieren interponer obstáculos y lecturas restrictivas de derechos para que el presidente no pueda tomar posesión. Pues no. Por eso creo que un acto de desobediencia fuerte sería que el presidente tomara posesión. Y tendríamos un presidente de la República, el presidente Puigdemont, en Bélgica. Y un presidente del gobierno aquí. Dos figuras. Un presidente y un primer ministro. Y paso a paso, consolidar lo hecho.

– ¿Y si el Estado español ataca con más jueces y prisión? ¿Vamos igualmente ?
– Efectivamente. Y si no tenemos representantes que tengan cojones de hacer esto, que pongan a otros que los tengan. Porque a algunos nos los han descabezados. Quizás tiene que venir otra generación. Aquí sólo tenemos dos opciones. Una es preguntarse: ¿hay alguien aquí comprando AK-47? ¿A que no? Pues entonces tenemos la otra opción, que es la desobediencia firme del gobierno, y aprovechar cada paso políticamente. Porque si no, ¿qué hacemos? ¿Mártires?

– Antes del 1-O pensaba: vamos a meses vista. Ahora pienso: vamos a años vista.
– Depende de los tempos. Y no puede tolerar que los españoles marquen nuestros tempos. No puede ser. Nosotros adelante y adelante. Y adelante sabiendo que tenemos un millón de personas en nuestro país que son españoles y que no sólo están por la violencia, sino que quieren más violencia. Pues muy bien. Debemos gestionar también esto.

– Un solo pueblo, dicen.
– ¿Y cree que esto no lo han pasado otros estados? ¿Y en otros procesos de independencia? Siempre hay tensiones internas. Vuelvo a Resina: la violencia es contraproducente para ellos. Piense que van demostrando al mundo que nosotros somos españoles a la fuerza. Por violencia. Y esto es muy deprimente y no funciona ‘in illo tempore’. Si los tipos se mantienen en el ámbito internacional es porque hay una serie de intereses que los catalanes no han podido romper. Y ahora parece que en la comunidad internacional hay un debate, y en Europa pueden considerar el referéndum acordado. Ellos llegarían a aceptar un referéndum, sí. Pero yo creo que esta pantalla ya la hemos pasado.

– ¿Ya lo hemos pasado?
Efectivamente. La hemos pasado. No hay nada más que hacer. Nos han pegado por defender urnas, ¿eh? ¿De qué hablamos, aquí? Aquí han pegado a abuelas por defender una urna, ¿sabén? Aquí hablamos de derechos fundamentales, hombre. Esto lo tienen que pagar. Ellos. Todos. Y la Unión Europea, también.

– Vayamos a los prisioneros políticos. Tema crudo y delicado. Hay quien dice que no quede ningún prisionero mandando. Ni uno. Porque no puede ser que marque la agenda política gente que habla con el abogado penalista al lado. No hagas esto, no hagas aquello. Esto incluiría a Junqueras, Sánchez y Forn.
El tema es muy crudo. La pregunta que yo me hago es: ¿sirven los presos para lograr la consolidación de la República Catalana? ¿O la frenan? Es la pregunta que nos debemos hacer. Debemos ser crudos. Y analizarlo desde un punto de vista más frío. ¿Son buenos para el logro del objetivo? Sucede que responder eso nos toca mucho la fibra. Pero responder según cómo permitiría que el presidente de la República venga a Cataluña por la frontera, protegido por la gente. Por ejemplo. O ahora o más tarde. Tenemos que estar preparados para cosas de estas. Tenemos que pensar en actos de desobediencia fuertes. Golpes. Pums. ¿No se han ido, los piolines del puerto? ¿Pues a qué esperamos?

– Tal vez movilización en la calle y organización.
Perdone, pero eso lo tiene que liderar el gobierno. También las huelgas, o los impactos económicos. Los políticos tienen que dar ejemplo. El gobierno de la Generalitat debe al país el esfuerzo que hizo el 1 de octubre. Y hay que hacer algo con efectos reales. Y nada de ‘viva el 155’ para poder salir de la cárcel.

– La consejera Ponsatí ‘dixit:’ se ha ido con el lirio en la mano no tanto con España, sino con Europa. Es Europa quien dice frena, y yo te hago sentar, Rajoy, en la mesa. Y eso no pasa.
Sea lo que sea, aceptaron el 155. De manera vergonzosa algunos de ellos. Y no me haga decir nombres, porque a algunos no los conozco de nada. Ni resistencia ni hostias. Los tipos se retiran. Acatamos las elecciones impuestas vergonzosas. Y vergonzantes. Perfecto. Ganamos. ¿Y ahora tenemos que aspirar a la autonomía del 78 centralizada y descafeinada? No. Tenemos que ir adelante. Me parece que nos lo hemos ganado. Ahora todo esto lo tenemos que hacer efectivo. ¿El gobierno tiene que dar este paso adelante? Claro que sí. Ellos son los primeros que deben dar ejemplo.

– ¿Crítico con el post 1-O?
Muy crítico. A mi, lo de las muertes, me parece que… No lo veo claro. Si te han de detener, que vengan al parlamento. Que vengan. Con un millón de gente fuera. A ver si lo hacen.

– Riesgo: lo haces, no ganas, y estás en el mismo lugar, pero con diez muertos sobre la mesa.
– Con diez muertos no estaríamos en el mismo lugar.

– Con cien, la Unión Europea se moja. Con diez , ¿seguro?
Es un debate, sí. El 6 de octubre mataron a 256. Y no pasó nada. Y pusieron en la trena el presidente Companys, que se echó atrás. No sé, tú. Yo declaro y no me voy. Voy al Palau (de la Generalitat). Y que me busquen. A hostias, si es necesario. Todo cristo grabando. Ocurre que no lo hicieron porque creo que lo tenían todo medido hasta el referéndum y punto. El día del día siguiente, no. Les cogió en bragas. Quizás no se esperaban que 2,2 millones de personas votaran el referéndum. ¿Y ahora cómo lo gestionamos? Y eso que lo tenían muy listo y muy preparado. Pedir reconocimiento internacional a los organismos internacionales. Estaba preparadísimo. Sucede que al final, por los motivos que sean, ya nos lo explicará algún día alguien, acataron el 155, bajaron la cabeza.

– Tesis: fallamos por pequeños. Seamos humildes, también. No todo son traiciones y renuncias. Quizás somos el Rayo Vallecano ya veces nos fallan las fuerzas. No las convicciones.
Totalmente de acuerdo. Ahora, y aquí viene mi crítica. Sé honesto. Cuéntalo. Tenemos fuerza para declarar la independencia, pero no para implementarla. Dilo. Cuéntamelo. Y esto no se hizo. Esta es una crítica que también tengo. Ahora, también te generan empatía. Estos tipos han ido adelante. Habrá un momento que se arrugaran, pensaban muchos. Pues estos han ido adelante, pero adelante, ¿eh? Que metan a esos tipos en prisión es como si te metieran un familiar. Estamos todos tocados. Están por haber hecho lo que tú pedías, lo que hemos celebrado. Están por lo que tú hubieras hecho exactamente igual. ¿Cómo puede que sean en prisión ahora?

– Le veo escéptico con Europa.
Ahora sí que soy escéptico con Europa. Y muy optimista y muy contento con el país. Muy orgulloso de ser catalán. Si hemos podido llegar donde hemos llegado, y si continuamos aquí, con todo el follón que tenemos, con un golpe de estado, con el 155, con empresas amenazadas, y que la gente va y defendiera el 1 de octubre y ganara el 21-D. Espectacular. Por eso creo que cuando cuatro se movilicen un poco, esto puede ser muy gordo. Porque la simpatía europea, la tienes. Sobre todo en los países escandinavos. La gente está contigo. Ahora, ¿cuál es la manera que esta gente reaccione? Tocar el bolsillo a los europeos. La única manera. Escuchen, que estamos en un estado de excepción y sin garantías. Aquí no se aplican los procedimientos de la constitución española.

– ¿Y cómo se paraliza la economía sin los grandes sindicatos a favor?
Nos tenemos a nosotros. ¿Le parece poco?

– ¿Nada que añadir?
Adelante. Optimismo. Que los que lo tienen complicado son ellos. Con toda la pasta, con un golpe de estado y de excepción, ¿y aún estamos aquí? Pues manos a la obra. Adelante. Vamos al ataque. Al ataque. Esto tenemos que hacer: mandato de desobediencia civil, y firme.

VILAWEB