El polo antisoberanista y el bloque soberanista


En los últimos días del año 2006, la fundación Euskaria presentó un documento apoyado por 130 personas (hoy 1.500) de renombre que reivindicaba la reapertura de un proceso soberanista, al que ha llamado iniciativa Maltzaga.

Al poco tiempo, ante el fracaso del proceso de Loiola, aumentó en muchas organizaciones la inquietud por este nuevo fracaso que podía cerrar definitivamente las esperanzas abiertas en 1998 con el Acuedo de Lizarra-Garazi…

Un acuerdo con el que nos identificamos plenamente y en el cual se perseguían los dos objetivos de carácter estratégico más importantes: conseguir la paz y dar la palabra a la ciudadanía para cambiar el marco jurídico-político.

En lo referente a estos dos temas, cerrado el intento de Loiola, durante un tiempo, tomó el protagonismo del debate político, la llamada Consulta Popular de Ibarretxe (o el Tripartito). Una propuesta que dicho sea de paso los representantes de Sabin Etxea en Loiola había querido silenciar y hubieran querido enterrar con Loiola.

La última propuesta de consulta tenía importantes déficit y estaba muy por debajo de la expectativas creadas con Lizarra-Garazi, aun así, significaba un compromiso por mantener abierto un proceso de cambio de régimen jurídico-político y un compromiso por la paz.

Pero el recorrido político de Ibarretxe que nació precisamente con Lizarra-Garazi estaba llegando a su fin. No porque carecía de respaldo social suficiente, sino sobre todo, porque la nueva dirección de su partido había decidido dar por finalizado un acuerdo de cambio político basado en una Estrategia Nacional Vasca.

Así las cosas y situado el PSOE en una nueva posición más cómoda, éste, aliado del PP y UPN, se lanzó, a ocupar para el nacionalismo español todas las instituciones de Hego Euskal Herria. Con el control de esas instituciones, con la salida del gobierno del PNV y la ilegalización total de las formas políticas y civiles de la Izquierda Abertzale Tradicional el PSOE se ha colocado en la pista central de espacio político.

Ha habido varias iniciativas que han querido evitar la situación actual. Entre ellas está la iniciativa Maltzaga y otras protagonizadas por partidos y sindicatos. Sin embargo, no han sido pocos los agentes sociales, políticos y mediáticos que se han empeñado en boicotear toda posibilidad de entendimiento entre las fuerzas soberanista porque comparten el objetivo de llevar a un escenario político preLizarra o post Lizarra según se vean lo casos.

En este contexto, una de las piezas claves del tablero, era llevar a la Izquierda Abertzale Tradicional fuera del Parlamento de Gasteiz y más tarde de todas las instituciones. Hasta allí le han llevado las fuerzas políticas gobernantes en Iruñea y Lakua con el consentimiento más o menos interesado de algunos dirigentes de otras formaciones abertzales y con inestimable ayuda de ETA que con su concepción decimonónica y cuartelera del quehacer político se muestra celosa hasta de las organizaciones civiles que pudieran compartir parte de su ideario.

Parte de este juego ha sido el intento de criminalizar todo movimiento que buscara un cambio de alianzas en el espacio político de Euskal Herria. Ahí, se cruzó también el intento de Maltzaga por conseguir una reinterpretación actualizada del Acuerdo de Lizarra-Garazi que pronto fue identificada maliciosa y falazmente como un movimiento electoral de Batasuna.

Lo dijimos en su día, pero nos vemos en la necesidad de insistir ante nuevas informaciones manejadas en medios políticos que tiene fuente en presuntos documento policiales y en las oficinas de los conspiradores políticos que pasan por Ferraz: Euskaria fundazioa está fuera de toda propuesta electoral y partidista, es una asociación que busca la colaboración estratégica de todo el movimiento abertzale y que está comprometida por la reapertura de un proceso de paz y un proceso soberanista que implique a todas las fuerzas que estuvieron en Lizarra-Garazi. Las marcas periodísticas como Polo Soberanista, responden a otras expectativas, en algunos de los casos inspirados por quienes quieren frustrar la opción soberanista y la Estrategia Nacional Vasca.

Desgraciadamente no existe un polo soberanista, ni tampoco existe algo más interesante para Euskaria fundazioa que sería una estrategia compartida por todas las fuerzas políticas, sindicales y sociales que tiene a Euskal Herria por sujeto nacional de decisión. Lo que si existe con toda su crudeza es El Polo Antidemocrático. El Formado en Hegoalde por PSOE, PP y UPN. Un polo protegido por el régimen jurídico de un Estado soberano que niega la diversidad nacional, que posee ejército, policía, cárceles e infinidad de medios económicos y propagandísticos.

La mejor manera de hacer frente al Polo Antidemocrático es la recomposición del espacio que perfiló Lizarra-Garazi, un Bloque Soberanista sin exclusiones al que ETA puede hacer la misma aportación que hizo en 1998, retirarse del escenario político.

* Juan Carlos Perez, Miren Elorza.-Miembros de Euskaria fundazioa

Publicado por Izaro News-k argitaratua