‘El País’ (‘El País’-España)

RECUERDO A RAMON BARNILS

El 14 de marzo se cumple un triste aniversario: el del fallecimiento del periodista Ramon Barnils (1940-2001). Emblema de la revista EL TEMPS, colaboró con artículos desde el primer número. Ahora, recuperamos una reseña publicada en agosto de 1999 en este medio (número 790) del libro ‘El País, la quinta columna del anticatalanismo de izquierdas’, escrito por Josep Palou y publicado por Documenta Balear.

Para Ramon Barnils

 

‘El País, la quinta columna. El anticatalanismo de izquierdas’ es un ensayo muy comprometido que su autor, Josep Palou, ha publicado en la editorial Documenta Balear. Este extenso trabajo de hemeroteca cubre cinco años: desde 1993 hasta 1998.

A Lluís Bassets, director de El País (El País-Cataluña), algunos de sus amigos, incluido el director de El Periódico que oficialmente se llega a llamar José Antonio Franco, le llamaban cariñosamente Al-Bacete; y de uno de los colaboradores fijos sus camaradas hablan como de “el Jamón Ibérico”, por razones fonético-ideológicas: próximo a diarios europeos y español por excelencia, Abc vestido de seda, explícitamente orteguiano, nada irrita tanto a quienes hacen El País como recordarles el artículo 8.1 de su Constitución: “Las fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional”.

Es decir, que mientras El País escribe con una mano, con la otra nos apunta con una pistola. Y esto tanto si lo quiere como si no lo quiere, su Constitución se lo manda. Ya debe ser fastidiado, para gente que tiene como marca de fábrica la Constitución democrática (pero carpetovetónica), la no menos democrática monarquía (pero reinstaurada por un dictador), Europa, Ortega y Gasset y la Cultura. Y que tiene como dueño uno que se hizo rico protegido por Fraga y bajo el franquismo y como periodista máximo un director de los informativos televisivos franquistas, e hijo de falangista director del falangista ‘Arriba’. España, lo único importante.

 

Un ‘modus vivendi’ secular

Quizá por eso sus figuras suelen ser gente que ha hecho de esta mezcolanza una contrastada forma de vivir y prosperar: entorno de derechas, reaccionario, cavernícola, franquista, militar, policial, catalán de Burgos, ‘botifler’ (traidor a su patria), carlista, funcionariado, y ellos en cambio de izquierdas, progresistas, liberales, cosmopolitas; gran jugada, no hay manera de perder: si mandan unos la ‘harka’ (*) familiar les ampara, si mandan los otros el hijo compensa la ‘harka’. Pero son españoles, que significa gente de Estado según Azaña, y por eso necesitan el mencionado artículo 8.1 de forma que mande quien mande manda la fuerza bruta; sea la propiamente dicha en el artículo 8, sea la más sucia todavía, por disimulada en todo un estercolero de artículos del mismo texto: la de los votos españoles imperativamente añadidos a los no españoles y así, voten lo que voten las naciones de Cataluña, el País Vasco, Galicia y el resto, su voluntad queda por la fuerza y por imperativo legal, anulada por la de los españoles. Que no son nacionalistas: son puro Estado. En cuanto a los lectores del diario, su condición mental no es demasiado diferente de la de los del ‘Brusi’, partidario de la Restauración, a finales del siglo XIX, época de la Restauración: el burgués de ‘Vensanche’, partidario de aquel orden establecido, presumía de no saber qué pensar si no había leído la editorial que le escribía a medida Mané i Flaquer. Ni tan diferente de la de los lectores -franceses- de Le Monde antes de mayo del 68, que lo leían “arrodillados” según expresión de la época. Después vinieron respectivamente la Lliga y la CNT, y el fin del gaullismo; ahora y aquí, esto será uno de estos añitos, cuando la Historia acabe con la Transición posfranquista, tan parecida a la Restauración borbónica y a la gaullista.

 

Un ‘Abc’ vestido de seda

Para ir haciendo apetito, Josep Palou ha escrito ‘El País la quinta columna. El anticatalanismo de izquierdas’. Un extenso trabajo de hemeroteca, que cubre los cinco años que van de 1993 a 1998: entran tanto el pacto de CiU con el PSOE como con el PP. En 1995 Jaume Medina publicó ‘El anticatalanismo del Abc’, Palou lo aprovecha para establecer que El País y Abc son dos caras de la misma moneda. Ambos usan el doble discurso del colonizador: niegan que son nacionalistas españoles y critican al nacionalismo catalán todo lo que ven lógico y positivo en el nacionalismo de Estado español (…). cuando ‘Abc’ insulta al presidente de la Generalitat, o hace un llamamiento al ejército para que vele por la unidad de España, nos pone inmediatamente en guardia y refuerza nuestra identidad. El País, en cambio, tergiversa, miente, enreda y dice verdades a medias a fin de fomentar el autoodio y la sumisión.

El autor utiliza la palabra “colonialismo” y, dentro del mismo registro, cuando habla de Josep Pla, unos de nuestros grandes escritores, no especifica esta condición y se limita a llamarle “colaborador del franquismo” y “colaborador del régimen”. Con estas y unas docenas más como estas -bofetea con la misma mano a Joan B. Culla y a Xavier Moreno- el lector del libro ya está advertido: a diferencia de los lectores de ‘El País’, si quiere leer literatura o historia deberá leer directamente los libros y no a conformarse a los escolios de los críticos.

 

Enseñando el engaño

Las más de trescientas páginas del libro son un acopio extenso e intenso de las noticias, reales o fabricadas, de las intoxicaciones, propias o de otro, y los comentarios “que valen por un pensamiento” como decían los burgueses anteriores a Prat de la Riba; aparecidos estos últimos años en el diario diseccionado y los medios de comunicación en general: el cine catalán, los barcelonistas, el Instituto Cervantes, los Países Catalanes, las selecciones deportivas, nuestros símbolos -y sobre todo los suyos-, los archivos de Salamanca, la posibilidad o imposibilidad metafísicas de la existencia de colaboracionistas catalanes con España, de cómo el defensor de la monarquía democrática llamó ‘facha’ a su rey, sobre todo los mencionados pactos PSOE-CiU y a continuación PP-CiU, Declaración de Barcelona, independentismo equivalente a antidemocracia y españolismo a democracia; serbios y croatas y albaneses y kosovares como comparaciones mantenidas, y Quebec y Escocia como comparaciones insostenibles; cómo destruir la ERC de Colom, Mallorca, la ‘borbonalla’ y el ‘espanyolam’ (el autor es mallorquín), el ‘justo derecho de conquista’ y el gran escritor Torrente Ballester; el catalanismo, pero no el españolismo como formas de racismo; la División Acorazada Brunete como ‘última ratio’ de los que hace siglos que viven y matan, con una justificación por completo carpetovetónica, que la amenaza era de borracho y de madrugada: como si nunca su soldadesca hubiera salido a la calle a matar ciudadanos sin estar borracha de madrugada; la última fase de la filosofía orteguiana, como los ‘trescientos millones’ a veces llegan incluso a tres millones; Todo por la ‘h’, el bilingüismo, un cosmopolitismo para los demás; la ley del catalán, Vidal-Quadras, la Mafalda de ‘El País’, la SER o no ser. Y el Foro Babales, pero con éste Josep Palou se pasa, es un enemigo demasiado fácil, tan fácil que algunos invitados a participar dijeron, con astucia de chusquero, que no: son los que más saben quiénes son y por qué están, entre nosotros, y qué hacen; de todo, menos ‘babales’ (‘locos’).

 

Menos aún que el “Avui”

El autor comenta los fragmentos seccionados, y los comenta con una falta de prejuicios, miedos, precauciones y otros estorbos tan frecuentes desde el 23-F del coronel Tejero. Palou les da coces de caballo, con conocimiento de causa. Y con dos razones decisivas, que lo ponen muy por encima de sus despellejados, y que si estos tuvieran un mínimo de sensibilidad moderna le reconocerían: va a favor de los que no salimos en ninguna Constitución aunque nos ampare, y lo hace sin ninguna otra arma que la escritura. No como otros. Tranquilos: ‘El País’ no ha vendido nunca mucho más que el ‘Avui’. Menos, en general. Y es que con democracia, por mínima que sea, la Brunete y los suyos avanza aún menos que la chabacanería.

 

(*) Harka: https://es.oxforddictionaries.com/definicion/harca

EL TEMPS