Candidaturas de rebotados

Cuando leí que Ciudadanos pretende incorporar a Manuel Valls como candidato a la alcaldía de Barcelona, ​​me quedé parado. ¿Un individuo que ha sido primer ministro de Francia se la juega así? A la sorpresa hay que añadir que el señor Valls conoce tan bien Barcelona como yo pueda conocer Lisboa o Riga. Me lo imaginé no ganando y, por tanto, manteniéndose a la oposición, teniendo que aguantar la tontería cursi barcelonesa, imparable y que resulta insoportable.

Valls sufrió la derrota electoral en las primarias de su partido para candidato a presidente de la República. En un momento determinado, hace años, propugnó la renovación del Partido Socialista francés. Incluso escribió un libro que yo compré. Mantenía que la izquierda francesa tenía que cambiar. Tenía razón. Se convirtió en un personaje importantísimo en la política francesa. Tanto, que el presidente Hollande lo hizo primer ministro. Supongo que Valls, ante una figura tan floja como fue Hollande, vio la oportunidad de convertirse en presidente de Francia. Pero un colega (el ministro de Economía, Macron) puso en marcha un movimiento que ya han visto cómo ha terminado: triunfador de largo -porque en Francia la renovación es viable-. Ante la derrota en el intento presidencial, Valls se apuntó como diputado de ‘La República en Marcha’ de Macron, no sin que este último se lo mirara con la sospecha que provoca el arribista. El caso es que el arroz de Valls ya se ha pasado.

Se constata una vez más que a la gente de Ciudadanos les preocupa poco la realidad. Como buenos hijos del sistema, les importa un bledo todo lo que no sea conseguir votos. Tanto es así que su irreflexión es temeraria. ¿Alguien se imagina un individuo que ha sido primer ministro de Francia ubicado en el mismo gallinero donde habitan una no integrada bailaora de no sardanas y un barcelonés empleado frustrado de La Caixa y ahora naturalizado madrileño? El señor Valls, mirenlo como quieran, es un individuo capaz, a pesar de todo. De momento ya han comenzado las variaciones en la estrofa inicial. Parece que se trataría de encabezar una candidatura unitaria antiindependentista. No sólo de Ciudadanos sino de toda la peña del 155. A mí, qué quieren que les diga, me gustaría. Estaría bien que quedara claro, para quien no quiere terminar de entender aún, que cuando se trata de hacer daño a Cataluña todo vale. Y que el ‘botifler’ (‘traidor’), como bien decía el señor Coromines, necesita siempre pactar con individuos de fuera. Con todos aquellos a quienes nuestro país les molesta. A veces vienen de Madrid. Otras veces de París. ¡O de Lima!

Porque en esta misma línea, parece que Ciudadanos también quiere fichar a Vargas Llosa como candidato para Madrid. Esta es muy buena. El individuo en cuestión, que, dicho sea de paso, escribe muy bien, quiso ser presidente de su país, el Perú. Pero perdió las elecciones (1990). Creyó que su país se equivocaba y se exilió en Madrid -como mucha gente de este oficio de escritor, parece que el hombre posee un ego inflamadísimo-. Desde entonces nos va dando clases de libertad que ignoro dónde ha aprendido. El caso es que la tabarra que se han ahorrado los peruanos nos lo han endiñado a nosotros. Si el Vargas es así de pesado en la intimidad, la Preysler le durará dos días.

Y es que la gente tiene tendencia a pensar que si alguien explica cuentos de una forma admirable -tan bien que, incluso, te dan el premio Nobel- te conviertes automáticamente en un intelectual. Generalmente los intelectuales utilizan la escritura para expresar sus ideas. Pero el hecho no funciona al revés. Quiero decir que escribir no conlleva intelectualidad -¡bastante lo sabemos en el país: cuanto más libros menos intelectuales!-. El caso es que el señor Vargas está asado por varios motivos, entre otros porque no ha digerido la derrota electoral que sufrió. Pero también porque la Barcelona de su juventud, llena de ‘Gauche Divine’ castellanizada, ya ha pasado.

Cansa tanta corrección política con Ciudadanos. Es un partido claramente anticatalán. No anticatalanista. Lo que ellos practican, aplicado en Francia, por ejemplo, no sería tachado de antifrancesismo. Sus miembros serían tachados de antifranceses directamente. Igual calificativo recibirían en Alemania… o en Brasil. Su espíritu destructor se prueba en el día a día y ahora se consolida con estas listas de rebotados resentidos. Empezando por el rebotado mayor, que es Rivera.

Bueno, quien no se haya dado cuenta de cuál es el ‘leitmotiv’ de Ciudadanos será necesario que se lo haga mirar. La política española -y la catalana también, si no vamos con cuidado- se convertirá en peor cada día que pase. Si gana las elecciones españolas, Rivera será peor que Rajoy. ¡Pero es que lo que vendrá después no quiero ni imaginármelo!

ARA