Arellano, musas romanas entre aldeas vasconas

Cerca de Estella/Lizarra, al pie de Montejurra, y entre las localidades de Arróniz y Dicastillo está la bonita localidad de Arellano, donde se situa una realidad histórica de hace 2000 años que vamos a relatar, permaneciendo un importante testimonio: la Villa Romana de las Musas. Una joya en palabras de una joven que allí estaba, y que así es. Joya que merece la pena que conozcamos así como el encanto que guardan los pueblos de la zona.

Es conocida la grandeza que alcanzó el Imperio Romano hace XX siglos, ya que logró dominar el entonces mundo conocido, es decir gran parte de Europa, el norte de África y parte de Asia. Asimilaron los conocimientos del mundo griego, y mediante sus calzadas y ejercito expandieron su poder hasta lograr su enorme imperio de donde explotaban minas y alimentos, que en parte enviaban a Roma. En nuestros caso, su interés fueron la vid, el olivo y los cereales, en especial el trigo, que producían nuestras tierras.

Si poderoso fue el Imperio que imponía su lengua latina -del latín surgieron 1000 años después castellano, francés y resto de lenguas romances- y costumbres haciendo que se desapareciesen las propias, épica fue la resistencia de nuestros antepasados vascones que con su resistencia hicieron que su lengua nativa, el euskera, haya permanecido hasta nuestros días para asombro y admiración de la comunidad científica internacional. La joya de nuestro patrimonio.

Volviendo a la citada Villa Romana, según nos informan y vemos, fue una villa agrícola como otras existentes, con hombres libres y esclavos, que localizada en el campo, reunía las características comunes de otras como servir de granero, guarda de aperos, pero que tiene unas características que la hacen especial, destacando la elaboración del vino, y el que fuera dotada de lujos y comodidades imitando las villas de los emperadores romanos. Muy llamativo resulta el templo y la descripción de los sacrificios que hacía en el mismo. Otro día hablaremos del importante ciudad romana de Andelos/Andion en Mendigorria. Allí fue donde creo que nos hicieron referencia al icono del museo de Arellano, su catavinos de cerámica.

Volviendo a Villa de las Musas, vemos que su denominación se debe al sorprendente mosaico que representa las musas, en la estancia dedicada al estudio.

Nada más entrar asombra la estancia destinada a la producción del vino, donde lo envejecían mediante calor y humo. En otra sala posterior tenía lugar la cocción del mismo. En la siguiente están las cubetas donde pisaban y prensaban la uva. Luego está la bodega que pudo almacenar hasta 50.000 litros de vino, en vasijas de unos 700 litros, algunas de las cuales podemos contemplar.

Luego está el altar, el patio porticado que disponía la villa, la cisterna para el agua, estancias, dormitorios y salón principal destinado a actos sociales y banquetes.

En uno de los murales se explica el mito de la diosa Cibeles que se enamora locamente de Attis, joven de gran belleza, al que colma de obsequios para conseguir su fidelidad, pero un día Attis se prendó de una ninfa, lo que desencadenó una tragedia por celos, que comenzó al matar la diosa a la ninfa. Estas leyendas proceden de Asía, siendo asimiladas por los romanos teniendo varias versiones. Los mosaicos de Arellano hacen referencia al culto a Cibeles como el templo, también dedicado a la misma diosa. Impresiona el rito llamado taurobolio que hacían en el mismo y que detalló el poeta de Calahorra, ciudad vascona en época romana según Caro Baroja, Prudencio, siglo IV. d. de C, donde ante dos aras con cabeza de toro, de unos 60 cm de alto por 50 de ancho cada una, y la figura central del toro de unos 25 por 25 cm., se llevaba a la persona que debía recibir dicho rito a un foso agujereado, donde era conducido también un toro al que se le introducía un cuchillo, con lo cual brotaba abundante sangre que caía sobre el devoto, tras lo cual salía ante los asistentes como una persona renovada.

Tenemos que agradecer la información que nos ha servido de base para este artículo, así como el permitir sacar las fotos, al personal de información. Fotos que según indicaba otra joven le encantaron, ya que el lugar tiene un atractivo especial.

Como decíamos, el lugar esta situado entre aldeas vasconas, que dejaron nombres que permanecen aún en día, como son los barrancos que tiene enfrente de Oiabar y Gazteluzar en tierras de Arróniz, este último de sugerente significado, ‘castillo viejo’. Visitemos estos lugares! Bisita ditzagun leku hauek, merezi du eta!

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