Aiegi

Aiegi ha decidido en referéndum seguir perteneciendo a la zona no euskaldun de Navarra. La consulta consistía en seguir en la zona actual, es decir en la no euskaldun o pasar a formar parte de la zona mixta.

En teoría nada puedo decir de este proceso, el Ayuntamiento ha decidido dar la palabra al pueblo con carácter vinculante, y así se ha realizado. El pueblo ha votado: 391 quedarse como ahora, 361 pasar a la zona mixta.

El resultado, por tanto, aunque ajustado es claro, se quedan como están, en la zona no euskaldun.

En teoría nada que decir, las reglas del juego eran así, a los 361 vecinos que han perdido la consulta no les queda otro remedio que acatar y aceptar el resultado deportivamente.

De todas maneras, yo que no soy ni del pueblo, ni vecino del pueblo, por lo que no he tenido la posibilidad de tomar parte en el escrutinio, ni tampoco me incumbe directamente el resultado, aunque sí indirectamente como navarro que soy, este proceso me ha hecho reflexionar.

El resultado, en un primer momento a los que queremos y creemos en una Navarra también euskaldun aparte de castellana, nos ha dejado noqueados, y no por que no esperásemos que podría ocurrir.

Pero en un segundo momento, yo me pregunto si con el tiempo este resultado tan adverso, a pesar de haber perdido la votación no se convertirá en algo positivo y que la población de Aiegi, especialmente los que están a favor de que el euskera sea lengua cooficial con el castellano no se esforzarán un poco más para que el euskera siga siendo visible.

No es de extrañar que ese impulso de los vecinos haga que todavía se use más, y que los que han perdido esta batalla salgan más concienciados y con el tiempo salgan fortalecidos. Hay que tener en cuenta que en la votación tan solo ha habido una diferencia de 30 votos.

Un idioma no se conserva tan solo por el apoyo institucional, porque se pongan dos placas en euskera y porque se impriman cuatro papeles en euskera, aunque esto también es importante. Para conservar vivo y presente un idioma es preciso que el pueblo, los vecinos se comprometan y estén por la labor de fortalecerlo.

Espero y lo digo en serio que esta pérdida en las urnas sea un estímulo para seguir trabajando en favor de nuestro idioma. Ya que por mucho que se haya votado no pertenecer a la zona mixta, Aiegi, como el resto de Navarra tiene derecho de emplear la lengua vasca.

A pesar de ser respetuoso con la decisión del pueblo de Aiegi creo que debo hacer unas cuantas consideraciones.

Esta decisión me ha hecho pensar en la situación actual navarra. El haber votado una cosa u otra no cambia mucho la vida del pueblo, ni por haber decidido seguir en la zona no euskaldun, el ambiente va a cambiar en exceso, ni tampoco si se hubiese votado integrarse en la zona mixta el pueblo iba a cambiar de la noche a la mañana. Hoy en día el resultado es más simbólico que real, pues al final lo importante es que la población siga aprendiendo euskera, que hable en las calles, que la lengua vasca se use con naturalidad y sin complejos, más que pertenecer a una zona u otra.

Integrarse en la zona mixta, no supone más que que las instituciones (Ayuntamiento, escuela pública, sanidad pública…) den facilidades para que los euskaldunes puedan expresarse en lengua vasca. De ninguna manera obliga a los no euskaldunes a tener que cambiar de hábitos, ni verse obligados a aprender euskera. Simplemente era conceder y facilitar a la población que lo desease de una serie de servicios en euskera.

La votación en contra es significativa, y tiene una gran importancia, especialmente ideológica, pues demuestra que existe una parte de la población, la mayoritaria, aunque por muy escasos votos que el euskera lo ven como algo negativo, malo, extraño y perjudicial.

Ante tal hecho me pregunto:

Si ante un tema como este, que en realidad a los vecinos que han votado en contra en lo único que les repercutía es que le iban a llegar algún documento oficial en las dos lenguas, que los rótulos de las calles, de los centros oficiales iban a estar en las dos lenguas navarras han sido capaces de negarse, nos indica que no tienen interés alguno porque el euskera se conserve, que no tienen interés alguno porque sus hijos o nietos lo aprendan, y que les da igual que desaparezca para siempre.

Estoy convencido que alguno de los que han votado a favor de mantener el pueblo en la zona no euskaldun irá diciendo que no tiene nada contra el euskera, que hasta lo ve bien… pero la realidad es la contraria.

¿Cómo el Ayuntamiento ha podido ceder la decisión de este tema a lo que salga en un referéndum? Aunque parezca poco democrático, hay temas, aquellos que están relacionados con los derechos de las personas que no se pueden decidir por referéndum, pues la parte minoritaria siempre saldría perdiendo. Ejemplos hay miles. Desde mi punto de vista el Ayuntamiento de Aiegi en este caso ha hecho dejación de sus obligaciones, se ha lavado las manos, y ha dejado a una parte de la población sin unos derechos que le correspondían por el capricho de otra parte.

Aiegi ha perdido una buena ocasión para haber respetado las sensibilidad de su población euskaldun o proeuskaldun, de haber fomentado la convivencia entre los que quieren que la lengua vasca se vaya recuperando. No opongo ni una sola coma al resultado, pero sí digo que el pueblo de Aiegi ha perdido una serie de ventajas como puede ser la posibilidad de que sus hijos y nietos reciban una educación bilingüe y tengan las mismas oportunidades de encontrar trabajo que los euskaldunes de otras zonas.

Este pueblo ha perdido la ocasión de haber dejado el tema lingüístico fuera de los parámetros ideológicos y de la política. Algunos, los más politizados por desgracia dicen que las lenguas, los idiomas deberían estar separados  de la política, yo también lo creo, los idiomas deberían defenderse, y más la lengua vasca, que está en peligro de extinguirse, sin mirar a qué partido se pertenece. Este ha sido un ejemplo que nos demuestra que es imposible separar el idioma vasco de la política, los que han dicho que no quieren integrarse en la zona mixta han hecho un flaco favor a la recuperación y salvación de la lengua vasca en Navarra. La única forma de huir de la utilización partidista de estos temas lingüísticos es considerar a la lengua como algo de todos y no solo de una parte.

Sin duda lo que ha ocurrido en Aiegi, me ha entristecido, me ha parecido una muy mala noticia, más por la repercusión simbólica que por las consecuencias reales que conlleva, y me hace ser todavía un poco más pesimista en cuanto a la recuperación natural y sin traumas de la lengua vasca en Navarra. Se ha perdido la ocasión para haber respetado a los que ven la lengua vasca como algo propio de Navarra, sin imposiciones de ningún tipo, con una recuperación natural y normal. Pero por desgracia es preciso reconocer que muchos navarros el euskera lo ven como algo perjudicial y no propio. Seguiremos luchando por darle la vuelta.

Naiz